Lo importante del gato es que cace ratones. Lo demás son pamplinas. Y vamos a ver si el gato más importante del PSOE-A, Pepe Griñán, caza o no ratones. Es la clave. Estas primarias descafeinadas me dejan perplejo, porque Chacón y Rubalcaba, aunque diferentes en edad (no en talante), formaron parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (del que pocos se acuerdan). Nadie, en su sano juicio, se puede creer que en dos meses se puede restablecer la confianza interna y externa en un partido que, con sus torpezas e improvisaciones, le ha puesto en bandeja a Mariano Rajoy un éxito que, dicho sea de paso, se le puede atragantar al gallego en las calles, que arderán si no comienzan a darse signos de recuperación. Y eso, la verdad, se antoja difícil, aunque no imposible.
He trabajado cuatro años en dos ministerios, como asesor de Miguel Arias (hoy felizmente recuperado para un departamento complejo, que solo maneja crisis) y de Rodrigo Rato (pilotando un proyecto, Bankia, con pretensiones de líder absoluto), por lo que sé de lo que hablo. Creo que Rajoy tiene la suficiente personalidad, experiencia y criterio como para darse cuenta del enorme patrimonio que los españoles y españolas han puesto en sus manos.
Y el gallego tiene baraka, porque al PSOE le va a llevar algún tiempo curarse de sus heridas. Esta derrota es demasiado severa y la vieja guardia se resiste mucho al cambio.
Pero ni Rubalcaba ni Chacón serán los candidatos a la presidencia del Gobierno dentro de cuatro años, o menos si el estallido social hace insufrible el Gobierno de España. Es lo que pienso, puro sentido común. El primero no ha calado y a la segunda le hace falta mucho, le pasa como a Javier Arenas, que cuando pone empeño en afirmar algo nos alerta de que igual no se lo termina de creer mucho.
Una predicción derivada de llevar muchos años junto a la clase política. Tantos que a veces pienso que un día de estos debería dar el paso, y les animo a verse como ellos, en un escaño, defendiendo la patria con uñas y dientes. Seguro que si se comparan con más de una señoría, ustedes terminan ganando por goleada.