Tengo la certeza de que me estás leyendo. Por eso solo quiero desearte toda la felicidad del mundo, toda la que pueda imaginarse porque te lo mereces. En este momento de mi vida, donde me replanteo tantas cosas a la vez con gran emoción, me siento más fuerte al pensar en tí, sabiendo que me lees porque estás dentro de mi corazón y no dejas de buscar este blog por las mañanas, en sueños también, en un Segway por las calles de París. Por los tiempos que vivimos y los que están por venir, brindemos con una copita de palo cortao. Te quiero, siempre te querré, ya no es posible hacerlo más. Y como tengo este blog, terapia necesaria y libre, me expreso con libertad y lo comparto. Y aviso a navegantes, lo juro, si alguien te hace daño, por mínimo que sea no dudaré nada. Pasaré a la acción. Con todas las consecuencias, sean las que sean. Por tì, todo.