2 jun 2017

Las mulas, los rocieros y Kichi

El Simpecado saliendo de Cádiz
Según HazteOir. org, el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi está recibiendo más de 1.000 peticiones diarias exigiéndole que permita procesionar a la Hermandad del Rocío. La petición ciudadana, que puede consultarse aquí, empezó a difundirse hace cuatro días y ha sido promovida por la asociación HazteOir.org. Según un comunicado, José María González, ‘Kichi’, ha prohibido la salida del Simpecado que representa a la Virgen del Rocío argumentando que la carreta va tirada por dos mulas y una ordenanza municipal prohíbe al Ayuntamiento colaborar con “espectáculos” en los que aparecen animales. El delegado de HazteOir.org en Cádiz, Pedro Mejías, ha declarado que “es lamentable que una autoridad municipal confunda la manifestación de fe de miles de gaditanos con un espectáculo cualquiera”.

Comunicado de HAZTE OIR

"El Simpecado de la Hermandad del Rocío tenía previsto procesionar el próximo 24 de junio con motivo del 150 aniversario de la proclamación de la Virgen del Rosario como patrona de Cádiz y en el 70 aniversario de su coronación canónica. La Hermandad del Rocío lleva treinta y seis años procesionando el SImpecado en una carreta tirada por animales.

Mejías ha afirmado también que espera que “el alcalde reaccione ante las peticiones ciudadanas. De no hacerlo demostraría voluntad ideológica de entorpecer un derecho fundamental de sus vecinos como es la manifestación pública de la fe”.

"Además", añade el delegado de HazteOir.org ,"la prohibición podría ser ilegal porque la ordenanza municipal que esgrime ‘Kichi’ no se refiere a animales de tiro, como son los mulos que tiran de la carreta de la Hermandad. Y prosigue: "Kichi hace un auténtico chantaje a las hermandades diciéndoles que si sale la carreta con las mulas, el ayuntamiento no colaborará con la procesión. Algo imposible, que dejaría a toda una Magna Mariana sin poder celebrarse".

"Es imprescindible que el alcalde rectifique y reconozca que una procesión no es un espectáculo. Es la libertad de los creyentes la que está en juego frente a las disposiciones arbitrarias de los políticos”, concluye Mejías".