24 nov 2005

Zapatero y el PSOE tienen los "días contados" si no aceptan el estatuto que le imponen desde Cataluña

Lo ha dicho el presidente de ERC, Carod-Rovira, en el diario Avui: el fracaso del proyecto estatutario catalán le hará perder el actual apoyo de ERC e ICV-EA en el Congreso, y augura que ni CiU ni PNV querrán sustituirlos en ese apoyo. Es más, dice que sería "un milagro que, en medio de una ofensiva diaria, la iniciativa del Parlament prosperase". Carod advierte que la devolución del proyecto o su rechazo no dejarían otra salida que las "elecciones anticipadas", que los pactos en el Congreso y el Senado se irían a tomar por saco y que el Ejecutivo de Zapatero "tendría los días contados" y que avanzar las elecciones generales sería "también inevitable". Por cierto, que el Gobierno de Cataluña quiere explicar a España (ahora, mira tú), de que va lo de su estatuto. A buenas horas mangas verdes. Usando el traductor, lo leo en AVUI (sección política).

El líder independentista también destacó que "un gobierno que rechazase una propuesta avalada por el 90% de parlamentarios catalanes tampoco encontraría en el PNV el socio necesario para mantenerse". Carod aseguró que el fracaso del proyecto "sólo beneficiará al PP" y saldrían perdiendo "la democracia, España, Cataluña, el País Vasco, el gobierno de la Generalitat, el Gobierno español, Maragall y Zapatero", lo que consideró "demasiadas pérdidas y demasiada gente para que alguien quiera asumir la responsabilidad" del fracaso. Advirtió también de que, si las Cortes "rechazan" el texto, "la distancia espiritual" entre Cataluña y España "se iría convirtiendo en un abismo y crecería la convicción de que no hay más salida que la independencia, incluso entre gente que nunca antes habría contemplado esta opción".

Yo me he alquilado la peli del mismo título en el vídeoclub: Pero es que no le veo parecido por ningún sitio, aunque pensándolo bien, igual con un poco de imaginación, reasigno los papeles:
Sinopsis: Un pistolero de la banda terrorista ETA, días antes de cometer un atentado, se interesa por una chica drogadicta. Ella, Charo, casi ha cruzado esa frontera irreversible de la droga y, a pesar del ambiente sórdido en el que ha crecido, no puede ocultar la ingenuidad propia de sus dieciocho años. Él, Antonio, doce años mayor que ella, ha dedicado su tiempo a una causa en la que ya no cree y está atrapado en una dinámica de destrucción y muerte.