16 abr 2006
La choza de Seisdedos, de mano en mano
Cayetano Cabañas García y Tomasa Miceas Peralta aparecen en 1942 –nueve años después de la masacre de Casas Viejas- como titulares de la escritura de propiedad de una parte de la finca donde se levanta el Hotel Utopía (antes denominado Libertaria) y que, podría ser, la que reclama ahora desde Francia, aunque no con fines económicos, la familia del jornalero Curro Cruz ‘Seisdedos’, en concreto su nieta y bisnieta, Catalina Silva y Estrella Insua. Así consta en la escritura del Registro de la Propiedad de Medina Sidonia sobre la casa rancho, que era el tipo de residencia más habitual en la década de los treinta en la aldea de Casas Viejas, cuya copia fue facilitada ayer a EL MUNDO por el portavoz municipal del PP en dicha localidad, Vicente Peña. El edil dijo desconocer si uno de los vendedores, Cayetano Cabañas, guarda algún parentesco o no con el actual alcalde, Francisco González Cabañas. EL MUNDO DE ANDALUCÍA publica hoy la información.
En cualquier caso, el concejal afirmó que “el hecho carece de importancia, además, en un pueblo pequeño como Benalup hay muchas familias emparentadas entre sí. A mi no me importa si era o no familia, lo que me importa es que mi abuelo Diego, que ha vendido al promotor del hotel parte de la finca, la compró a otras personas que, a su vez, la adquirieron a Cayetano Cabañas”. Diego Peña Pérez, el abuelo del concejal, es quien vendió las fincas a los promotores del controvertido hotel. ¿Cómo podrán demostrar los herederos de ‘Seisdedos’ dónde estaban el huerto y la choza del jornalero ajusticiado? Ésa es ahora la tarea para sindicalistas, propietarios y reclamantes.
Ahora bien, el portavoz municipal del PP, Vicente Peña, recuerda que el Ayuntamiento ha comenzado a tramitar la declaración de Bien de Interés de Cultural (BIC) de una parte del hotel sin construir. ¿Era la que ocupó la choza ahora reivindicada? O el hotel ha construido en parte de las tierras del jornalero anarquista. Nadie lo sabe en el pueblo con exactitud, aunque algunas fotos de la época, salvadas por el director de cine Basilio Martín Patino y otras imágenes históricas de fotógrafos de prensa, posiblemente puedan aportar pronto puntos de referencia a los topógrafos que estudiarán el terreno en próximas fechas. Agustín Gómez, secretario general de la CGT-A, se personará la semana próxima en el Registro de la Propiedad de Medina Sidonia, para verificar que antes de Cayetano Cabañas y Tomasa Miceas no hubo otros propietarios tras la masacre.
DE MANO EN MANO
Conforme a la nota del Registro de la Propiedad de Medina, el industrial Diego Peña Pérez, compró dos fincas el 6 de julio de 1963 –una antigua casa rancho y su huerto- a Francisco Sánchez Sanmartín y su esposa, Teresa Moya Paredes, de lo que quedó constancia documental ante el notario de Chiclana, Rafael García Hernández. Los dos inmuebles antes descritos fueron comprados por Francisco Sánchez Sanmartín a Cayetano Cabañas García y a Tomasa Miceas Peralta, que los habían escriturado en 1942 y 1943 respectivamente, ambos ante el mismo notario, José Barrasa Gutiérrez.
Los dos inmuebles consistían en una casa rancho, de un solo piso, con dos habitaciones y un corral en el que el que, entonces, se acababa de construir una cocina, ocupando una superficie de 178,94 metros cuadrados. El segundo era una parte de la casa consistente en un corral cercado, de 94,5 metros, que tenía su entrada por un portillo. En total, 273,94 metros cuadrados El precio conjunto de venta (6 de julio de 1963) fue de 36.000 pesetas. El 14 de febrero de 1972, ante el notario sevillano Francisco Javier Alonso-Morgado, otro vecino de Benalup, Francisco Sánchez Cózar, vendió al labrador Diego Peña Pérez, una parte de una casa, también en la misma zona del hotel, con una superficie de 94,5 metros cuadrados, de que Sánchez Cózar poseía 28,3 metros cuadrados y que tenía su entrada por un portillo lindero. Fue vendida por 6.000 pesetas a Diego Peña.
LA FAMILIA PIDE AYUDA AL REY
Estrella Insúa Silva y su madre, Catalina Silva Cruz, hermana de Libertaria y exiliada en Francia desde el año 1939, aprovecharon la reciente visita de los Reyes de España a Toulose para entregarles una carta solicitando ayuda para su caso. En la misiva, la nieta y la bisnieta de ´Seisdedos´ exponen al Rey Juan Carlos I que En enero de 1933, un gran número de sus familiares fueron asesinados en el transcurso de los terribles acontecimientos que tuvieron lugar en su localidad natal de Casas Viejas (hoy Benalup-Casas Viejas) en la provincia de Cádiz.
"Seguramente usted tiene algún conocimiento de aquellos sucesos que conmovieron a la sociedad española del momento. A consecuencia de ellos se vio obligada a abandonar el pueblo. En julio de 1936, tras el golpe de Estado, tuvo que huir de Paterna de Rivera (Cádiz) donde vivía y trasladarse primero a Ronda y, después, a Cartagena y Barcelona. Su hermana María Silva, que permaneció en Paterna fue detenida los primeros días de agosto, encarcelada y después asesinada el día 23. Todavía hoy su cuerpo permanece desaparecido. En enero de 1939, tras la ocupación de Barcelona, pasó a Francia junto a otros cientos de miles de españoles. Desde entonces, tras pasar por campos de concentración y la ocupación alemana, ha vivido en este país donde he nacido yo".
Estrella Insúa y Catalina Silva le cuentan que durante los largos años de exilio "siempre nos hemos preguntado qué habría pasado con el solar donde estaba la choza en la que murió mi bisabuelo y otros familiares. Mi madre siempre me ha dicho que era propiedad de la familia. La distancia, los años de dictadura y el desarraigo nunca nos llevaron a emprender acciones para averiguar lo ocurrido".Nieta y bisnieta añaden que hace unos cinco meses tuvieron conocimiento que el solar estaba en manos de una sociedad que iba a levantar un hotel. Además, que iban a denominarlo “Libertaria”, el nombre con el que era conocida su tía María, una de las supervivientes del incendio de la choza. También conocieron las protestas que se levantaron ante tal pretensión por parte de asociaciones, sindicatos y un numeroso grupo de periodistas, intelectuales e historiadores españoles.
"Como usted podrá suponer no estamos de acuerdo con que se utilice el recuerdo de nuestros familiares, y los de los otros vecinos que murieron, de forma mercantilista. A pesar de que, finalmente, el hotel cambió de denominación por el de “Utopía”, todavía se sigue manteniendo el solar dentro del perímetro del hotel y con la idea de crear un pequeño recinto dedicado a la matanza de enero de 1933". Estrella Insúa y Catalina Silva afirman que, por ello, están decididas, junto a otros familiares que viven en España, "a emprender las acciones judiciales pertinentes para aclarar cómo ha podido adquirir la propiedad el dueño del hotel. Intención que hicimos pública el pasado viernes 10 en una rueda de prensa de la que se hicieron eco periódicos como El Mundo o El País. Hasta ahora no sólo no hemos tenido ninguna respuesta sino que además, ni siquiera hemos podido conseguir la documentación del Registro de la Propiedad por la que pudiéramos conocer las transmisiones que se hubieran producido".Nieta y bisnieta aclaran al Rey que su intención, como manifestaron en el escrito que hicieron público y que le adjuntan, "no tiene una finalidad de carácter económico. Pretendemos conocer cómo se ha producido lo que pensamos es una usurpación para que, una vez se nos reconozca la propiedad, separar el solar del recinto del hotel y levantar en él un memorial que nos sirva para ponernos en paz con nuestro pasado. Una intención que, por lo que sabemos, es un deseo compartido por otras tantas miles de familias españolas en el mismo caso. A las que les fueron arrebatados sus bienes y que, todavía hoy, desconocen el destino y dónde fueron enterrados sus familiares asesinados"."Me dirijo a usted con la intención de que conozca estos hechos y dentro de las posibilidades que tenga haga las gestiones oportunas para que esta situación tenga una solución satisfactoria para todos.Mi madre no ha olvidado a lo largo de su vida ni los terribles hechos que vivió en Casas Viejas, ni el destino cruel de su hermana. Ahora, ya anciana, sería una enorme satisfacción y descanso vivir que el solar de la choza en donde murieron su abuelo, su padre y varios tíos, termina siendo un lugar de memoria de quienes deseaban vivir en un mundo menos injusto que el que les tocó vivir. Como también le ayudaría a completar el duelo al que toda persona tiene derecho, conocer el lugar en el que están los restos de su hermana".