Catalina Silva
Estrella Insúa
Montauban 25 de marzo del 2006
Al Sr. Jefe de Estado de España
Muy Señor mío:
Me llamo Estrella Insúa Silva y mi madre, Catalina Silva Cruz está exiliada en Francia desde el año 1939. En enero de 1933, un gran número de sus familiares fueron asesinados en el transcurso de los terribles acontecimientos que tuvieron lugar en su localidad natal de Casas Viejas (hoy Benalup-Casas Viejas) en la provincia de Cádiz. Seguramente usted tiene algún conocimiento de aquellos sucesos que conmovieron a la sociedad española del momento. A consecuencia de ellos se vio obligada a abandonar el pueblo.
En julio de 1936, tras el golpe de Estado, tuvo que huir de Paterna de Rivera (Cádiz) donde vivía y trasladarse primero a Ronda y, después, a Cartagena y Barcelona. Su hermana María Silva, que permaneció en Paterna fue detenida los primeros días de agosto, encarcelada y después asesinada el día 23. Todavía hoy su cuerpo permanece desaparecido. En enero de 1939, tras la ocupación de Barcelona, pasó a Francia junto a otros cientos de miles de españoles. Desde entonces, tras pasar por campos de concentración y la ocupación alemana, ha vivido en este país donde he nacido yo.
Durante los largos años de exilio siempre nos hemos preguntado qué habría pasado con el solar donde estaba la choza en la que murió mi bisabuelo y otros familiares. Mi madre siempre me ha dicho que era propiedad de la familia. La distancia, los años de dictadura y el desarraigo nunca nos llevaron a emprender acciones para averiguar lo ocurrido.
Hace unos cinco meses tuvimos conocimiento que el solar estaba en manos de una sociedad que iba a levantar un hotel. Además que iba a denominarlo “Libertaria”, el nombre con el que era conocida mi tía María, una de las supervivientes del incendio de la choza. También conocimos las protestas que se levantaron ante tal pretensión por parte de asociaciones, sindicatos y un numeroso grupo de periodistas, intelectuales e historiadores españoles.
Como usted podrá suponer no estamos de acuerdo con que se utilice el recuerdo de nuestros familiares, y los de los otros vecinos que murieron, de forma mercantilista. A pesar de que, finalmente, el hotel cambió de denominación por el de “Utopía”, todavía se sigue manteniendo el solar dentro del perímetro del hotel y con la idea de crear un pequeño recinto dedicado a la matanza de enero de 1933.
Por ello estamos decididos, junto a otros familiares que viven en España, a emprender las acciones judiciales pertinentes para aclarar cómo ha podido adquirir la propiedad el dueño del hotel. Intención que hicimos pública el pasado viernes 10 en una rueda de prensa de la que se hicieron eco periódicos como El Mundo o El País. Hasta ahora no sólo no hemos tenido ninguna respuesta sino que además, ni siquiera hemos podido conseguir la documentación del Registro de la Propiedad por la que pudiéramos conocer las transmisiones que se hubieran producido.
Nuestra intención, como manifestamos en el escrito que hicimos público y le adjunto, no tiene una finalidad de carácter económico. Pretendemos conocer cómo se ha producido lo que pensamos es una usurpación para que, una vez se nos reconozca la propiedad, separar el solar del recinto del hotel y levantar en él un memorial que nos sirva para ponernos en paz con nuestro pasado. Una intención que, por lo que sabemos, es un deseo compartido por otras tantas miles de familias españolas en el mismo caso. A las que les fueron arrebatados sus bienes y que, todavía hoy, desconocen el destino y dónde fueron enterrados sus familiares asesinados.
Me dirijo a usted con la intención de que conozca estos hechos y dentro de las posibilidades que tenga haga las gestiones oportunas para que esta situación tenga una solución satisfactoria para todos.
Mi madre no ha olvidado a lo largo de su vida ni los terribles hechos que vivió en Casas Viejas, ni el destino cruel de su hermana. Ahora, ya anciana, sería una enorme satisfacción y descanso vivir que el solar de la choza en donde murieron su abuelo, su padre y varios tíos, termina siendo un lugar de memoria de quienes deseaban vivir en un mundo menos injusto que el que les tocó vivir. Como también le ayudaría a completar el duelo al que toda persona tiene derecho, conocer el lugar en el que están los restos de su hermana.
Atentamente
Estrella Insúa Silva