Ahí les ven, con nuestra bandera, la de todos los españoles de bien. Aguantando la lluvia de este mediodía, diciéndole a quien quiera escucharles que Delphi no se cierra. Pero tengo la impresión de que ya se han ido, que esto son los estertores de la muerte de unos que hicieron su agosto, amortizaron las inversiones y que ahora quieren seguir ganando pasta gansa pagando menos a sus trabajadores. En Delphi trabajan 278 jerezanos, familias que temen por su futuro. Yo no sé si se habrán dado cuenta Pilar Sánchez, Pedro Pacheco, María José García Pelayo, Joaquín del Valle y Emilio Quintana que la campaña electoral en Jerez está marcada. Que no solo son esas familias, que hay otras más que sentirán sus estrecheces. Espero que los programas electorales contengan propuestas reales para crear empleo. Que no terminen todos en Ikea (entre otras cosas porque queda algo aún...).