Le pregunté, el día de su presentación como candidado, si tenía las manos limpias. Enrique Moresco me dijo que sí y, por lo que veo, casi doce mil portuenses. Moresco va a ser el alcalde de El Puerto de Santa María y tiene muchos retos por delante. Las promesas electorales hay que cumplirlas y es necesario sanear las empreas públicas, aunque cueste. Moresco ha sido una apuesta personal del secretario general del PP-A, Antonio Sanz. Se jugaba mucho. Los compañeros de Puerto Harto van a estar un poco más aburridillos, pero le propongo a Moresco que les conceda (y así sabemos quienes son, leñe) el premio a los más jartibles de la campaña. Con eso no va a conseguir que no lo critiquen, pero si que se agradezcan los servicios prestados y no cobrados.