6 jun 2007

En una Tierra no tan Santa

Hace siete meses que no sé de un buen amigo, destinado en Líbano, parte de la antigua Galilea y hoy todavia llamada Tierra Santa, aunque santos de verdad, pocos, muy pocos quedan por allí. "En cambio lo que si que hay es mucho inocente, pero inocente de verdad, gente que ha sufrido, que sufre y que seguirá sufriendo, ante la indiferencia de todo el mundo", me dice en un correo nocturno con foto. Su historia me ha parecido interesante, en el Día de las Fuerzas Armadas. Y la comparto con vosotross
Hoy quiero que compartáis conmigo una imagen y una pequeña historia que es la de la fotografía que os adjunto. Podría ser una fotografía anónima sin pie de texto alguno. Una patrulla atraviesa un pueblo solitario que ha sufrido las miserias de la guerra y un soldado de Naciones Unidas, un "casco azul" le entrega un globo a una niña, que sonrie agradecida. La patrulla
recorría una carretera polvorienta en una tarde calurosa. Al pasar por un pueblo sin nombre, uno de los soldados ve a una niña de corta edad caminar sola. Esa criatura es una víctima más de un mundo cruel y egoísta, pero eso
evidentemente no importa a nadie. Al ver la patrulla, formada por dos vehículos, la niña detiene un momento el paso y mira con indiferencia durante unos segundos a los soldados que van en sus vehículos. A
continuación gira su cabecita y comienza a subir una cuestecilla.
El jefe de la patrulla, observa como se va alejando, cuando de repente reacciona, ordena parar la marcha, mete su mano en el bolsillo donde tiene un globo, da un grito a la chiquilla y lo infla en apenas un par de segundos. La niña al
oir al soldado se da la vuelta, mirando no sin cierto temor, pero cuando ve asomar el globo por la ventanilla, su cara temerosa se transforma y una sonrisa ilumina su rostro infantil, corre hacia el vehículo y levanta sus
bracitos. Toma el globo y el brillo alegre de sus ojos conmueve al soldado. La niña lanza sonriente su última miradita de agradecimiento y se vuelve hacia la cuesta para comenzar la subirla ...
Mientras tanto, uno de los soldados que iba en el segundo vehículo al presenciar la escena ha sacado su cámara digital y ha captado la imagen. A pesar de la distancia, la moderna tecnología ha permitido ampliar la escena y convertirse en mudo notario de una noticia que nunca saldrá en la prensa ni importará a nadie: Una niña
sonríe cuando le dan un globo.
No se si os habrá gustado esta historia, pero es real y no es del todo anónima. Podían haber sido cualquiera de los 15.000 "cascos azules" que hay desplegados en el sur de Líbano, vigilando la zona fronteriza con Israel,
pero eran españoles pertenecientes a la Base "Miguel de Cervantes". La patrulla estaba formada por seis Guardias Civiles que desarrollan funciones de Policía Militar en la Brigada Multinacional del Sector Este de la Fuerza
Interina de Naciones Unidas en Líbano.
El pasado 28 de mayo salían de una base francesa e iniciaban el camino de regreso a la suya cuando al atravesar
un pueblecito se encontraron con la niña. El brazo que entrega el globo (que por cierto lleva el emblema del Benemérito Instituto) es el de quien os está contando esta historia y os puedo asegurar que mi mayor recompensa y
satisfacción de estos siete meses es la sonrisa de esa niña anónima e inocente que esta noche he querido compartir con todos vosotros.