9 jul 2007

Casi el 90 por ciento, a favor del acuerdo de Sevilla



Casi el 90 por ciento de los votos, según fuentes de CCOO, emitidos por la plantilla de DELPHI durante la asamblea de hoy son SI, a favor del "acuerdo de Sevilla". El 89,4 de los votantes (1.265) ha dicho sí. Tibias críticas de IU-CA, dudas razonables del PP, alabanzas de UGT y los trabajadores que, el día 31, estarán en la calle, algunos recolocados ya (se han buscado la vida ya unos 200) y la mayoría a la espera de que la Junta cuaje la faena. En el coso hay expectación. Recomiendo leer el análisis de Kaos en la red, fueron los que denunciaron -tal como adelanté en El Mundo en su momento- los brutales despidos en Delphi Packard Tánger.


"Mientras, los trabajadores y la sociedad gaditana estuvieron en la calle: manifestaciones de más de 50.000 personas, una huelga general total en los trece municipios de la bahía, la marcha a Sevilla desde Puerto Real, las mujeres movilizadas… Mientras existió poder ciudadano y social, el conflicto apuntaba a una solución muy digna para la bahía. Terminadas las elecciones, hecha la foto con Zapatero y el Comité de Delphi, desmovilizada la sociedad civil gaditana, encerrados los trabajadores en la empresa (secuestrados sindical y políticamente), el conflicto se cierra con 120 millones para indemnizaciones (45 días año por trabajador con tope de 200.000 €), 200 millones de euros para pagar a proveedores y entrega de los activos valorados en unos 160 millones de euros. Delphi cierra y se va, pero lo novedoso es que los trabajadores, la sociedad gaditana, han conseguido los activos. Veremos ahora las promesas. Seguramente no habrá empleo para todos y menos en las condiciones existentes en Delphi, pero algo tenemos que aprender de esto y es, sencillamente, que cuando los trabajadores y la sociedad civil se movilizan, los políticos y los empresarios ven limitada su libertad y los de abajo ganamos en cuotas de ésta. Si el conflicto no hubiera parado, si la sociedad gaditana, sus sindicatos, sus organizaciones sociales, hubiéramos sido capaces de dar un “arreón”, la batalla contra esta globalización sin escrúpulos, sin libertad y sin derechos hubiera tenido un resultado casi ejemplar".