Crisol tiene mano de acero. El Ayuntamiento de Jerez ha acordado el cese de la relación laboral de un total de 17 trabajadores de la Gerencia Municipal de Urbanismo que fueron contratados a lo largo del año 2006, de los que siete pertenecen al departamento de Jardinería y Paisajismo, y otros diez son auxiliares administrativos.
Se da la circunstancia de que estos 17 contratos fueron realizados al margen de los principios de libre concurrencia, capacidad, méritos y publicidad que ordena la legislación vigente en materia de contratación de personal. Además, y a pesar de que fueron contratados como laborales indefinidos por obras y servicios, todos ellos accedieron a la GMU en el año 2006, por lo que no están acogidos al Plan de Estabilidad.
La decisión responde a razones objetivas y de optimización de recursos. Por un lado, la GMU ha dejado de tener competencias en materia de parques y jardines, que han pasado a la Delegación Municipal de Medio Ambiente. Dado que este departamento municipal cuenta con su propio personal para estas labores, es lógico que la GMU prescinda de los trabajadores que la ejercían en el anterior mandato.
Respecto a los auxiliares administrativos, su contratación en 2006 no parecía obedecer a las necesidades del servicio, dado que su trabajo puede ser perfectamente asumido por la plantilla existente con anterioridad a su reciente incorporación. Cabe recordar en este sentido que la plantilla de la GMU ha experimentado un desmesurado e injustificado crecimiento en los últimos años, pasando de los 156 trabajadores de 2003, a los 269 de marzo de 2007, es decir, casi un 75% de aumento en sólo cuatro años.
El delegado municipal de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, ha comunicado personalmente hoy mismo esta decisión al comité de empresa resultante de las elecciones sindicales celebradas ayer en la GMU. Crisol ha explicado que esta medida se enmarca en el Plan de Optimización de Recursos del Programa Municipal de Reformas, cuyo objetivo es sanear la economía municipal, la racionalización de sus recursos humanos y su acompasamiento con las necesidades reales del servicio público, y la sostenibilidad de la Administración local.
Se da la circunstancia de que estos 17 contratos fueron realizados al margen de los principios de libre concurrencia, capacidad, méritos y publicidad que ordena la legislación vigente en materia de contratación de personal. Además, y a pesar de que fueron contratados como laborales indefinidos por obras y servicios, todos ellos accedieron a la GMU en el año 2006, por lo que no están acogidos al Plan de Estabilidad.
La decisión responde a razones objetivas y de optimización de recursos. Por un lado, la GMU ha dejado de tener competencias en materia de parques y jardines, que han pasado a la Delegación Municipal de Medio Ambiente. Dado que este departamento municipal cuenta con su propio personal para estas labores, es lógico que la GMU prescinda de los trabajadores que la ejercían en el anterior mandato.
Respecto a los auxiliares administrativos, su contratación en 2006 no parecía obedecer a las necesidades del servicio, dado que su trabajo puede ser perfectamente asumido por la plantilla existente con anterioridad a su reciente incorporación. Cabe recordar en este sentido que la plantilla de la GMU ha experimentado un desmesurado e injustificado crecimiento en los últimos años, pasando de los 156 trabajadores de 2003, a los 269 de marzo de 2007, es decir, casi un 75% de aumento en sólo cuatro años.
El delegado municipal de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, ha comunicado personalmente hoy mismo esta decisión al comité de empresa resultante de las elecciones sindicales celebradas ayer en la GMU. Crisol ha explicado que esta medida se enmarca en el Plan de Optimización de Recursos del Programa Municipal de Reformas, cuyo objetivo es sanear la economía municipal, la racionalización de sus recursos humanos y su acompasamiento con las necesidades reales del servicio público, y la sostenibilidad de la Administración local.