Puede que el titular no sea afortunado en los tiempos que corren, pero la actualidad política gaditana se va a ver agitada por una noticia, o dos, de profundo calado, un misil a la línea de flotación de un partido político que concurre a las elecciones generales y andaluzas. Algo que vendrá de perlas, casualmente, al candidato rival. Un asunto de libro en campañas electorales. Ya se sabe que las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir, como las querellas de Cajasur contra el anterior director general y el promotor Rafael Gómez, que de ver desfilar a toda la tropa rindiéndole pleitesía ahora se defiende a dentelladas, y querellas, contra las agresiones. La caja más deseada por Manuel Chaves y su entonces consejera, la locuaz Magdalena Álvarez, conoce estos días momentos de nervios tras los efectos colaterales de la auditoría realizada. Hoy mismo, tras adelantarlo ayer en elEconomista, la Fiscalía Anticorrupción ha presentado cuatro querellas más relacionadas con las dos anteriores. Pero lo que se avecina en la provincia de Cádiz -si no se para prudentemente hasta después de las elecciones- va a ser usado políticamente para golpear con fuerza, para acaparar titulares (de la prensa dócil) y crear una oportuna cortina de humo que tape el desastre de gestión del New Flame. Avisados quedan. Ilustro este comentario con el vídeo del "verde" Julián Álvarez, candidato de la Coalición Andalucista a la presidencia de la Junta. Nos os perdáis el famoso lema de campaña del próximo presidente de los Estados Unidos.Nada, el asunto ha generado la lógica preocupación, máxime cuando hay personas que, por razón de su cargo (leyendo este blog además) son las encargadas de la cuestión y dudan si hacerlo o no teniendo en cuenta las fechas en las que estamos. El asunto va a ser instrumentalizado, es demasiado goloso, tiene ramificaciones y personajes de gran relieve. Pero todo puede suceder, quizás a alguien se le encienda la lucecita y posponga los fuegos artificiales para después del 9M.
