Conozco a Manuel Lamela porque he trabajado cuatro años con él, primero en el ministerio de Agricultura y luego en la vicepresidencia primera del Gobierno, en el Ministerio de Economía. Y hoy, que se especula con que igual Rajoy cuenta con él, que ha lanzado a los cuatro vientos su lealtad a Esperanza Aguirre, que nadie ha puesto en duda. Lamela, si en algo es especialista, es en entuertos, en deshacerlos claro, en limpiar marrones solemnes que siempre terminaban en su mesa de despacho. En amortiguar los golpes dirigidos a los dos ministros con los trabajó, Miguel Arias y Rodrigo Rato. Por eso, si Rajoy quiere a alguien eficaz, con mano izquierda y derecha, pero al que no le tiemble el pulso y siempre tenga una salida a mano, no hay duda, ése es Lamela. El pasado martes se mostró públicamente convencido de que Rajoy será capaz de liderar un PP "renovado y abierto" y "convertirlo en un partido ganador en la próxima legislatura", ha declinado hacer ahora más declaraciones sobre el próximo Congreso de su partido.