19 jul 2008

El Puerto, cosa fina

La política es azín. Las malas lenguas (¿malas?) dicen que quien manda realmente en la política portuense no es otro que el mismísimo Antonio Sanz. Es más, hay quien -en un ejercicio de política-ficción- sostiene que Sanz no vería con malos ojos, cuando pasen unos añitos, poder ser el próximo alcalde de El Puerto. Hombre, yo, siendo jerezano como Antoñito, creo que lo suyo sería librar la batalla en Jerez. Bueno, de ser cierto todo y como mi antiguo amigo Aurelio Sánchez ya tiene ocupación (como Jesús Mancha), Moresco no tendrá oposición alguna en el congreso local del PP, previsto para octubre. Hoy me han contado muchas cosas sobre lo que, supuestamente, pasa en las bambalinas portuenses, ciudad abocada a las movidas, conspiraciones de medio pelo y a las intrigas, desde los tiempos comunistas, pasando por los socialistas y los de la alianza de civilizaciones de Hernán Díaz. Y de todas las cosas una de todas me ha impresionado, por lo documentada que está (legal, claro), pero mi consejo a los instigadores es que miren detrás de las empresas que les amparan aireando miserias de medio pelo. Igual encuentran la cara de la crisis y la necesidad de compartir un trocito de la tarta publicitaria. Dicho queda. Jolín. Mi segundo pueblo es más divertido que el primero, ostias.