El fotoperiodista gaditano Javier Amiguetti, hoy en Marbella (en los diarios La Tribuna y La Opinión de Málaga) está más feliz que unas castañuelas. Recuerdo el interés y la profesionalidad con la que se tomaba su responsabilidad en Viva Cádiz, cuando venía al gabinete de prensa del Ayuntamiento de Cádiz a buscar noticias de sucesos. Y creo que habría sido un excelente reportero en Onda Cádiz, pero se ve que a los currantes les toca eso, currar. Pero el éxito no solo es subir en la profesión, al contrario, está en ser feliz con el trabajo que uno desempeña y que el amor no salte por la ventana. Javi se ha puesto manos a la obra. Y se ha casado en Rusia. La boda fue el 16 de agosto en el Registro Civil de Pasad, ciudad de la provincia de Moscu, con Ekaterina Generalova. Ambos contrajeron matrimonio oficialmente, pero lo formalizarán en un acto intimo que se celebrará por la Iglesia en Cádiz el próximo año (la fecha está aún por confirmar). Javier ha dejado constancia en su blog de su paso por El Economista con fotos y aventuras que vivimos juntos por esas carreteras andaluzas, con Doritos y Coca-Cola a la vuelta, siempre con música de fondo. Javi me ha mandado dos fotos, una en la Plaza Roja (que yo le pedí) y otra en el registro civil durante su boda. Mary y yo le deseamos mucha felicidad, y que no pierda de vista el objetivo de la vida: ser feliz, y que nada lo impida. Y hacer felices a los demás. Sé que el éxito profesional le llegará, la vida da tantas vueltas...Ahí lo tienen, en Rusia. La canción, obvia. Nada sin los amigos...Algún día montaremos un fiestorro, cuando ya maneje la guitarra eléctrica en condiciones. Javi y Caty están en esos días donde todo es felicidad, un mundo maravilloso.