Tuve la ocasión de conversar más de una vez con Luisa Isabel Álvarez de Toledo, la Duquesa de Medina Sidonia que, por lo que se ve, acumulaba más enemigos de la cuenta, además de la inexistente relación con sus hijos. Isabel me pareció una gran mujer, singular. Y aunque al principio nos tiramos los trastos a la cabeza, luego fraguamos una excelente amistad, con las visitas justas a su casa de Zahara de los Atunes, que frecuentaba yo en horas altas y bajas de esta vida cabrona de periodista. Y no era fácil llevarse bien con ella, pero apreciaba sinceramenta a quienes la querían. Tristemente, aquellos que no son parte de la mediocridad nauseabunda que nos rodea tienen su destino escrito: serán lapidados incluso después de la muerte por todos esos mediocres. Por eso, leyendo hoy a Beatriz Cortázar en ABC, me quedo de piedra al saber que "La muerta al hoyo y la viva al bollo" sea el título de la comedia que el escritor Íñigo Ramírez de Haro prepara sobre la desaparecida «duquesa roja» en colaboración con Gabriel González de Gregorio, el pequeño de sus tres hijos, y con el que la fallecida perdió todo contacto tras los procesos judiciales que les enfrentaron y que aún siguen pendientes. Al parecer, ni los hijos, ni los pobres de espíritu le perdonarán nunca a Isabel que se casara con su leal Liliana "in artículo mortis". Dice Cortázar que "los hijos no están dispuestos a renunciar a lo que por ley les corresponde", pero la pregunta es si hicieron algo para merecerlo a raíz de la actitud que tuvo con ellos en vida la "otra" duquesa. Espero, por el bien de la cultura y la historia de España, que su legado no termine siendo vendido o dilapidado o repartido como un botín de guerra. Los legajos del archivo ducal, tan valiosos por aportar otro punto de vista sobre la historia oficial de nuestro Reino, deberían quedar a salvo y el ministro de Cultura o el presidente de la Junta, asegurar (ellos sabrán lo que tienen que hacer) su futuro. No conozco el testamento de la duquesa ni los números de sus cuentas bancarias, pero espero que lo dejara todo atado y bien atado. Miedo me da lo que seguirá a la comedia.