Cuando en agosto de 2005 decidí abrir el blog no tenía la menor idea de cuanto engancha escribir tu propio diario y de la emoción de compartirlo con todo el mundo. Conservo mi blog original pero también mantengo otro, La Telaraña, en mi periódico -El Economista- con un enfoque más global. Lamento, en ocasiones, que otros compañeros no opten por tener su propio blog, un espacio de opinión y desahogo, sin interferencias. Durante estos tres años largos mis posts (publicaciones) dan fe de mi vida, de mis opiniones, de los minutos de furia y decepción, de las músicas que me alegran el alma, de mis viajes y personas con las que me relaciono.*(Es la foto que me gusta, en mi HC). Leer el resto de esta entrada »