20 nov 2008

Querido profesor





(Dále al play antes de leer)
Hace muchos años que conozco a Casto Sánchez Mellado. Y él a mí. Perfectamente. Nadie tiene la exclusiva de la pasión por Jerez, porque a esta ciudad se la defiende de muchas formas. Por ejemplo desde un espacio en libertad como este blog, que lee o le comentan con mala o buena leche, depende. Su presencia como primer teniente de alcalde y delegado de Presidencia en el equipo de gobierno de Pilar Sánchez, es buena, sirve, pero hay que conseguir que el duo Sánchez & Sánchez funcione mejor, o la ciudad se resentirá.
Nadie le ha recriminado a Casto, hasta ahora, que fuera una de las piezas fundamentales de uno de los gobiernos de Pedro Pacheco. Y eso marca. Nadie le reprocha que no nos diga las cosas tan claras como las dice Juan Pedro Crisol, en público, en privado y en un blog. Aunque cuando Casto se suelta la melena (por ejemplo, Juan Román) sabe dar mandobles. Los andalucistas, ahora socios en Chiclana, estarán más tranquilitos (solo falta ver las notas de ahora).
La gente -TODA- tiene derecho a reprogramarse, a reenfocar su vida, profesión y objetivos, sin miedo y sin dar cuenta de sus actos a nadie, solo a Dios y a los que ama o dependen de él o ella. Hace ya algún tiempo que no se habla de que si es el 'vicealcalde' o el 'alcalde en la sombra' , expresiones que a Casto le rechinaban mucho. Y no se vuelve a hacer porque no queda duda de que Casto está feliz haciendo lo que hace (aunque podría ser consejero, perfectamente). Y hace algunos días que la alcaldesa (que podría ser parlamentaria, perfectamente) viene dejando claro, a diestro y siniestro, que tras la asamblea local y algunos episodios internos, ella sabe perfectamente lo que tiene que hacer. Y lo está haciendo, sin miedo y jugando fuerte.
Que nadie dude que si se equivoca y hay certeza de ello, seré de los primeros que la critique abiertamente, pero es que independientemente de su carácter indómito, algunas salidas de tono tontas, y de la selecta lista de enemigos que tiene (difìcil de soportar), creo que este año y pico no ha sido nada fácil para ella ni para nadie de nosotros. Ahora está empezando a respirar algo más. Han jugado sucio contra Pilar Sánchez y no creo que Sánchez, Casto, sea uno de los agitadores de los bajos fondos del PSOE local, partido que conozco bien tras tantos años en esta ciudad. Muchos hemos hecho más que Casto, y que otros, por impulsar un cambio en Jerez, y no soy de los que echa de menos a Pacheco, ni mucho menos. El pueblo lo ha puesto en su sitio y el ahora echa de menos la movida. Snif.
Pero lo que Casto y otros deben tener claro es que muchos confiamos en que los de ahora no hagan bueno al de antes, en determinadas prácticas mediáticas. Los tiempos cambian, nada es para siempre y en política, como en la vida, un día cometes un error que piensas que nadie conoce. Y ese día, te vas a tomar por saco, tu teléfono se queda muerto y te vuelven la cara por la calle. Por eso, y como le deseo lo mejor, le recomiendo más calma, que no crea en fantasmas, ni inicie cazas de brujas o brujos (lo dudo, no es su carácter).
Querido profesor Casto Sánchez, lo tuyo es trabajar duro por Jerez, por crear empleo, porque vivimos tiempos muy duros. Ni los periodistas somos tan importantes, ni influimos decisivamente en las elecciones (bueno, un poco sí), somos personas, con sentimientos, frustraciones y siempre muchos sueños. Pero tenemos memoria, querido Casto, y algunos, tenemos además hasta buen corazón (es tarde para dejar de ser tan ingenuos, me dice mi amigo isleño). Estimado profesor y antiguo amigo de historias jerezanas: calma y sentido común.
En mi vida, que conoces, lo hago todo a pulmón, y no dejaré de hacerlo. Y soy feliz. Mucho.
* Un abrazo y hasta la semana que viene, que nos tomaremos un cafe con churros de La Vega.