6 nov 2008

Toma 1: que nos rescaten a nosotros


Un día movidito ayer, por la mañana rayos y centellas sobe mi cabeza, una agenda endiablada y un pellizco en el corazón, por Barack Obama. Una mañana de trueno y un ángel de la guarda vigilando en Sevilla para que no me pasara de la raya, cubriéndome la espalda, me impidió llegar al cabreo absoluto. Esta puta y bendita profesión es así. En esta primera toma del día de ayer me quedo con la fotografía del cabreo de los que no tienen a nadie que les rescate. Mientras los sindicatos más dóciles que recuerdo hablaban de concertación con el 'rey' de Andalucía (eso le dijeron en un programa de TVE), los de siempre (en el mejor sentido), Cañamero, García Gordillo, van y se meten en las oficinas del Santander, el banco que mejor lleva lo de la crisis, haciendo caja con miles de clientes acojonados de otras entidades. Todo legal, claro. Puro negocio. La foto de Raúl Caro es muy buena, y pese a la cara de pocos amigos de la Policía, atisbo que ellos también saben del lado de quien tienen que estar. Me gustan los detalles de la foto (pica en ella para ampliarla), es la toma 1, la del cabreo latente de millones que esperan su rescate antes de sucumbir. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio que otros debieran hacer.