19 jun 2009

¿A quién ha pedido perdón?


Porque yo no he recibido nota de prensa alguna del delegado del Gobierno andaluz en la provincia de Cádiz ni nada que se le parezca, así que Luis Pizarro, el consejero de Gobernación, debería aclararse un poquito más. Pizarro afirmó hoy que las manifestaciones del delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Gabriel Almagro, "hay que enmarcarlas en que a todos se nos calienta la boca cuando vamos a un mitin, a la oposición también" y añadió que "ya ha hecho lo que tenía que hacer, que es pedir disculpas a la alcaldesa" de Alcalá del Valle, Dolores Caballero (IU), mediante una carta". Genial, pero a quien debe pedir disculpas es al electorado, a todos los gaditanos y gaditanas, y sin miedo alguno. Dice Pizarro que "a todos se nos calienta la boca", y no lo comparto, a un candidato tiene un pase, pero a todo un delegado del Gobierno, a quien creíamos de otra pasta, no se le puede calentar la boquita, Luis. Es más, debería legislarse para que ningún cargo institucional haga campaña, que eso quede para los que se baten el cobre, los aspirantes.

Por lo visto, en declaraciones a los periodistas, Pizarro manifestó ante la reacción de los partidos que han pedido la dimisión de Almagro que "hay que ponerse en la lógica de los partidos, que en cualquier pequeño error piden inmediatamente la dimisión de quien sea". Joder Luis ¿un pequeño error? Pues no, es una metedura de pata cósmica porque te deja a tí a los pies de los caballos, ya que si todos los cargos ningunean a quienes gobiernan los municipios porque no son de su mismo color político, apañados estamos. En este sentido, añadió que "los partidos políticos de Andalucía son los partidos que más dimisiones piden en la historia de España, no sé cuantas han pedido ya el PP pero quedan muy pocos consejeros a los que no hayan pedido su dimisión". Y no le falta razón a Luis, se piden dimisiones, pero es que aquí no dimite ni 'el tato'. El consejero de Gobernación manifestó que "el propio Almagro ha reconocido que la intención de sus palabras no eran hacer ningún tipo de daño y hay que enmarcarlo en que a todos se nos calienta la boca cuando vamos a un mitin, a la oposición también".

Asimismo, indicó que "lo más importante de esto es que le ha pedido disculpas a la alcaldesa remitiéndole en una carta, por lo que ya está bien, ha reconocido que se ha equivocado, ha pedido disculpas y hay que enmarcarlo en lo que es dentro de un mitin". Finalmente, manifestó que le parecía "lamentable que se pretenda deteriorar la imagen de una persona que todo el mundo ha reconocido a lo largo del año y pico que ha estado en la Consejería de Vivienda como una magnífico delegado", por lo que insistió en que "ya ha hecho lo que tenia que hacer y a partir de ahí, todos nos damos por satisfechos". Pues no, no nos damos por satisfechos Luis, digas lo que digas, porque Almagro tiene que pedir disculpas a todos los gaditanos y gaditanas, afirmar que ése no es el modo de actuar de un cargo institucional, que no lo será. Ya sabes Luis, puedes ser el mejor político de Cádiz, desarrollar una trayectoria impecable, no salirte del tiesto nunca y recibir todo tipo de parabienes de los medios del régimen, pero un día se te calienta la boca, la cagas, políticamente, y la gente te lo recuerda toda la vida y has perdido el crédito. Es lo que tiene la política, Luis, que de eso sabes una jartá.

José Aguilar, mi amigo y ex director de Diario 16 Andalucía -como añoramos aquel periódico, Dios mío- hoy columnista valiente del grupo Joly, escribe hoy algo que no tiene desperdicio alguno: "Hay que fijarse: Almagro, cuyo sueldo pagamos entre todos los andaluces, viene a confesarnos que él administra la cosa pública con criterios netamente partidistas. Si la alcaldesa de IU le presenta un proyecto que estima necesario para su pueblo, el delegado de la Junta no le contesta hasta no hablar con su camarada -probablemente, el mayor adversario político de la alcaldesa-, de modo que el que perdió las elecciones locales tiene más poder de decisión que la que las ganó. Sólo porque se ha sacado un carné que es el mismo que se sacó Almagro. Insisto, el problema de Gabriel Almagro no es hacer lo mismo que muchos otros delegados de la Junta y presidentes de diputaciones, sino confesarlo en la euforia de un mitin -cuando los demás mienten- y pretender luego que no lo había hecho. "Quizás no me expresé bien", acaba de declarar. Qué va: se expresó divinamente".