¿Qué hizo el ministro de Fomento, José Blanco, entre las doce y media y las cinco de la tarde de ayer en la provincia de Cádiz? Pues de entrada, darle una interesante entrevista al Diario de Cádiz (en La Voz, estuvieron ayer un poco faltos de reflejos) en la que Francisco Sánchez Zambrano obtiene un pasaje memorable a anotar en la historia del talante socialista:
-¿Cómo ve desde la lejanía la polémica PSOE-PP en Cádiz con acusaciones mutuas de apropiación ilegítima de la obra del segundo puente?
-Nosotros nos debemos a los ciudadanos y desde luego esta infraestructura va a ser muy útil para el conjunto de los ciudadanos de Cádiz, para sus visitantes y para el desarrollo económico de la zona, sobre todo con las vistas puestas en el puerto. Los ciudadanos toman buena nota de quién hace las infraestructuras y al final juzgarán en función de los compromisos que uno adquiere y de las realizaciones. Lo importante para mí es que la obra se construya y se finalice en los plazos previstos. Y además me he fijado como objetivo político hacer de la concertación institucional una forma de entender la obra pública. Por lo tanto no me interesa esa polémica ni quién se pueda apropiar de esta obra.
¿No debería ser pública la agenda de un ministro? ¿no deberíamos saber si el desplazamiento con recursos oficiales fue solo para actividades institucionales o se aprovechó para hacer política pura y dura? ¿se marchó enseguida Blanco? Seguro que Salvador de la Encina, diputado socialista y campogibraltareño de pro, sabe mucho de lo que hubo en esa 'agenda oculta' de Blanco. O la también diputada Mamen Sánchez (en la foto conversando con Gabriel Alconchel), que no perdió ayer puntada para sumergirse de nuevo en sus vacaciones en Chiclana, junto a Paco Gil. O Paco Cabaña. Seguro que nos terminamos enterando de la 'otra agenda'.
