...pero que no la dejen morir de inanición. Lo que el presidente de la Diputación, Francisco González Cabaña y la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, están haciendo con las instalaciones ubicadas en el recinto de La Atalaya es de juzgado de guardia. No es justo que dejen abandonado todo, sin vigilancia, limpieza o jardineros, con gran riesgo para su exigua plantilla (dos personas). Dicho queda. Y una cosa, por que lo sé, parece que los Ruiz-Mateos han hecho extraoficioalmente una oferta de compra al Ayuntamiento y a la Diputación. Pues bien, yo aceptaría siempre y cuando se asegurara el uso cultural del recinto. Y la pasta contante y sonante vendría de perlas al agotado consitorio ¿no? Me parece indigno todo este episodio, que debería conocerse con más detalle. Creo que hay periodistas y medios en mi ciudad natal con reaños para abordar el temita. Pues a ello, sin miedo, que es un gran asunto pardiez.
PD: Os dedico esta canción porque esta gente me hará caso, ya veréis. No les queda otra.
