El irresistible ascenso de Marco A. Velo, crítico de cine, teatro y cofrade devoto, está llamando la atención de parte de la clase política jerezana, según me cuentan. Hay quien, en las filas del centro derecha de Jerez por ejemplo, ve en mi buen amigo Marco -al que conozco desde hace mucho tiempo- un más que digno edil de Cultura o algo similar.
Lo digo porque los rumores corren por la ciudad. La verdad es que Marco, gracias al Grupo Romero Caballero, ha encontrado una excelente plataforma de promoción personal y social que para sí quisiera más de un líder político actual o futuro. Aparece más en las fotos que el propio consejero delegado de su empresa, Paco Romero. Pero doctores tiene la Iglesia.
Pero, basta echar un vistazo a la selección de invitados del abultado programa cultural de los Romero Caballero para fijarnos que se está promocionando a personas y personajes de un extremo de la sociedad jerezana, mayoritariamente, salvo honrosas excepciones, sin ninguna aportación novedosa a la galería de personajes de la ciudad, ni a la temática. Y eso sorprende, mucho, en la izquierda ideológica, mediática y empresarial.
Sorprende a algunos en el otro lado de la política jerezana, máxime teniendo en cuenta la procedencia ideológica y comprometida de esos dos emprendedores de éxito, a los que aprecio mucho, Paco y Manolo Romero, a los que nadie ha regalado nada en su vida y que, pese a muchas vicisitudes y obstáculos, incluso ahora, están alcanzando un reconocimiento empresarial digno de ser tenido en cuenta.
Marco A. Velo, además, ha sumado a su actividad, ya de por sí absorbente y abrumadora en el Grupo Romero Caballero (lo digo porque ni siquiera atiende mis llamadas telefónicas), la de responsable de comunicación de la Academia de San Dionisio. En pocos meses, su imagen se ha hecho con un hueco casi semanal en la prensa jerezana que, en líneas generales, mantiene una excelente relación con el grupo empresarial referido. Y eso, querido Marco, puede que provoque suspicacias, envidias y temores. Pero tú tranquilo, porque muchos aprecian el trabajo que estás haciendo -que podría ser más completo, a la izquierda y a la derecha, todo es manifiestamente mejorable- y ya se sabe cómo es Jerez de cainita. La gente es mú mala, con lo que guárdate de los Idus de marzo. Feliz Semana Santa.