4 may 2010

Historias para no dormir


Que el 'asesor en la sombra', que tanto daño ha hecho a tantos y tantas, venga ahora a defender la libertad de expresión me provoca una carcajada de colosales proporciones. Sus modos, sus amenazas a compañeros por no seguir sus directrices, intrigas, entregas arriesgadas de documentos judiciales en sede oficial, falsedades, amenazas veladas con tirar de la manta, desaires, manejo de las influencias en beneficio personal, es que hay tanto...que no merece la pena dedicarle un minuto más. Pero si hace falta, sin problemas, con un par oiga. Sea de cojones o de ovarios para que no se enfade Bibiana Aído. A mí no me engaña ya, a otros y otras puede que sí, pero le tengo caladito y, créeme comunicador amigo que le defiendes (ahora, claro), no tienes ni idea. Ya no pienso dejar pasar ni una, cuesta demasiado mantener el tipo, la reputación para que venga un tontoelhaba y te la joda. Siempre nos quedará el tío la vara pa crujirlo. Y tengo su teléfono. Así que cada mochuelo a su olivo y a seguir palante. Y a probar la medicina que recetaba para otros, sin pensar en sus familias.