El tiempo pasa rápido cuando haces lo que te gusta y doy gracias a Dios todos los días por ello. Parece que fue ayer cuando me puse de nuevo, tras años de ausencia, al frente de un micrófono. Fue en Onda Cádiz, en su estudio 1. Y las emisiones se hicieron a través de internet, radio, televisión analógica y por cable (ONO), visible en los tres portales de Diario de Cádiz, La Voz de Cádiz y Andalucía Información.
Hoy se cumple un año del programa Buenos Días y, mal que les pese a algunos mediocres vengativos, seguimos adelante. No resulta fácil enganchar a la audiencia por las mañanas, mantener la tensión informativa, buscar una docena de protagonistas como mínimo cada semana, hablar libremente y no perecer en el intento, porque corren malos tiempos para el periodismo abierto. En Buenos Días me encargo de la crónica diaria de la actualidad, los temas de la economía y seleccionar buenos/as invitados/as.
Pero me siento orgulloso del trabajo hecho (muchas de esas referencias están en este blog) y de que algunos amigos, periodistas, empresarios, políticos, vecinos, abogados, escritores, hayan querido aceptar mis invitaciones para, muchas veces afrontando los gastos, desplazarse desde Sevilla, Madrid, Córdoba o poblaciones de toda la provincia, para participar en un programa tempranero y atrevido. Cada vez que el veterano Guillermo Riol me da paso como "delegado de El Economista" siento el vértigo de la luz roja, dura lo justo, y desaparece al dar los "Buenos Días Cádiz". Es un orgullo hacerlo, y hay que disfrutarlo mientras dure. Gracias a todos. Espero seguir contando las cosas tal como las veo. Y desarrollar otras ideas.
PD: No me preguntes nada sobre el vídeo. Adoro esa película...
