20 sept 2010

Desayunando sapos

Primero el docto Juan Manuel Marqués Perales, luego, hoy, el Diario de Cádiz en portada. Marta Meléndez ya sabe lo que es comerse un buen sapo en política y bien temprano. Lo de su comparecencia y denuncia contra la Junta era la comidilla de algunos/as periodistas en estos días, y conocido por compañeros/as suyos del partido.

Me sorprende que Marta ni siquiera haya enviado un comentario a través de Facebook a sus amigos, simpatizantes y militantes. Y que declinara hacer declaraciones. Muchos se van a preguntar en qué consiste su trabajo como personal cedido a la Oficina del Bicentenario de la Diputación de Cádiz, responsabilidad de su mentor, Federico Pérez Peralta. Sus emolumentos, horario de trabajo, funciones. Lo normal.

Beatriz Revilla, coordinadora de redacción de Diario de Cádiz, afirma en el rotativo: "La candidata socialista a la Alcaldía ha abierto un proceso judicial contra la Junta por una desavenencia laboral. La demanda presentada por Marta Meléndez se remonta a 2008 durante su etapa en el ISE, el Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios, una empresa autonómica encargada de la construcción y conservación de colegios, así como a la gestión de los servicios complementarios de enseñanza".

Los comentarios en el diario son brutales. Mañana se ha convocado rueda de prensa, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Cádiz, José Blas Fernández, y la edil Mercedes Colombo, salen a escena. Ignoro el contenido de su intervención, pero hay que estar atentos. La campaña acaba de comenzar y, por lo que unos y otros me cuentan (ya iremos viendo), hay guerra sucia planteada. Como siempre. Una pena, por exceso y por defecto.

Una cosa tengo clara, si no hay más remedio hablaré de lo que sea noticia, pero no me busquen para enfangar la política provincial. Visto lo visto, tengo claro que mi correo electrónico se llenará de historias. Aunque bien pensado, vendría bien poner en su sitio a los falsos dioses del Olimpo político. Así que rock & roll y que les vayan dando a quienes no merecen representar a los ciudadanos. Cuando se demuestre. Igual me animo y todo. Pero con la presunción de inocencia por delante. Que la clase se demuestra andando y no en las páginas de sociedad. Já.