La construcción naval militar centra y tiene que centrar la actividad, tras los acuerdos de reconversión, de dos de los tres astilleros de la Bahía. Es que no queda otra. El próximo día 6 de octubre Navantia botará en San Fernando el tercero de los cuatro buques de acción marítima (BAM) que construye para la Armada Española. El diputado socialista Rafael Román ha resaltado ese compromiso durante la tertulia de Buenos Días, de Onda Cádiz. Pero ¿y el cuarto BAM?, ¿corre peligro el encargo por el tijeretazo?
Hoy mismo se anuncia que el astillero de Cádiz, dedicado a reparaciones civiles, tiene previsto recibir cuatro barcos en octubre. Y mientras, es posible que el cuarto Buque de Vigilancia Litoral no se haga en Venezuela sino en los astilleros de Navantia en S. Fdo.
La compañía patrocinará la Conferencia Offshore Patrol Vessels 2010, que se celebrará la próxima semana del 27 al 30 en el palacio de congresos de Cádiz. Participarán representantes de armadas, constructores navales y proveedores tecnológicos de todo el mundo. Una oportunidad de negocio para Navantia.
BOTADURA EN FERROL
El Rey presidirá el próximo jueves 30 de septiembre en Ferrol la entrega del buque de proyección estratégica "Juan Carlos I", el mayor de la Armada y el primero que lleva el nombre del monarca español, según confirmaron hoy a EFE fuentes de la Casa Real. Navantia, la empresa pública naval, entregará oficialmente el buque a la Armada en el astillero ferrolano de Navantia, donde se construyó el navío durante cinco años con un coste superior a los 360 millones de euros.
El buque completó recientemente con éxito sus últimas pruebas de mar. Fue botado el 10 de marzo de 2008, en presencia los Reyes y los Príncipes de Asturias, y su madrina es la Reina Doña Sofía. Las dimensiones del buque "Juan Carlos I" lo convierten en el barco más grande construido por el grupo naval español para la Armada, con un eslora (largo) de 230 metros, que supera en tamaño al portaaviones "Príncipe de Asturias".
Fuentes de Navantia destacan que se trata de un buque "polivalente y multitarea operativo tanto en misiones bélicas como de ayuda humanitaria", capacitado para transportar una "fuerza embarcada que ronda las 1.500 personas" de los cuerpos de Infantería de Marina y del Ejército de Tierra y también puede servir como plataforma aérea.
Está dotado de un sistema de "protección contra agentes de contaminación químicos, nucleares y bacteriológicos", y dispone a bordo de hospital, quirófanos e incluso un gimnasio para que se ejercite la tripulación, que ronda las 250 personas.
El "Juan Carlos I" puede refugiar en su interior a población civil y dispone de plantas potabilizadoras de agua por ósmosis inversa con las que se pueden suministrar agua extraída del mar "a un total de 5.000 personas" y abastecer de electricidad una ciudad de tamaño medio, como Betanzos. Su construcción ha supuesto para los astilleros de Ferrol y Fene cerca de 4 millones de horas de trabajo en obra directa y otros 6 millones en subcontratadas, además de 850.000 horas en el desarrollo de ingeniería.
