Yo creía que Arturo Pérez Reverte era más valiente, que estaba acostumbrado a recibir disparos de tirios y troyanos en esta España cainita. Pero no. El escritor renuncia a organizar la exposición que la ciudad de Cádiz le había encargado -por lo que iba a recibir 150.000 euros (mas 24.000 euros de IVA)- sobre el Bicentenario. "Organizar esa exposición supondría dos años de trabajo, de complicaciones y de responsabilidades; traducido en páginas para una editorial supondría bastante más dinero, pero lo haría por el cariño que le tengo a Cádiz", dijo en marzo pasado. Han pesado más las críticas, los temores a una campaña en su contra, la zafiedad.
Imagino que reinará la alegría en las huestes de IU y PSOE gaditas por esta nueva "faena" a Cádiz, al privarle de una persona que, seguro, habría organizado una exposición en el Bicentenario tan impecable como la que organizó para la Comunidad de Madrid. "Ni para bien ni para mal, dice Pérez Reverte, me apetece mezclarme en esos fangales ni oir más mi nombre en boca de gentuza de esa calaña, sea del partido que sea", le dice el escritor en una carta a la alcaldesa y diputada por Cádiz, Teófila Martínez.
En el Ayuntamiento de Cádiz reina cierta estupefacción y enfado no por el escritor -que igual reconduce su posición- sino más bien por el hecho de comentarios vertidos por ediles locales de PSOE e IU, hayan llevado a Pérez Reverte a rechazar la organización de la magna exposición del Bicentenario. Se sospecha que el cabreo del escritor viene por unas declaraciones de Sebastián Terrada, concejal de IU. Soberbio, el interfecto debe sentirse orgulloso de haberse 'cargado' algo que, es de sentido común, era bueno para Cádiz. Terrada puede ponerse una estrella en la camiseta, como la Selección Española, por su victoria, un triunfo que daña a Cádiz, aunque no irremediablemente.
"No tenemos nada en contra de Pérez Reverte, es una cifra escandalosa sea quien sea el comisario, sobre todo, porque por el 10% de esa cantidad, cualquier historiador de primera línea haría ese trabajo", explicó en marzo el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Rafael Román. Pues nada, ahora que Román tiene tiempo, que se ofrezca a ayudar a encontrar alguien con la categoría y el empuje suficiente para ser el comisario de la gran exposición. O que convenza a Luis Pizarro, presidente del Consorcio del Bicentenario, para que colabore en la financiación del magno evento. Y Terrada, que diga, entre los selectos referentes cultos de la izquierda bien pagada, quién podría hacer un trabajo a la altura del esperado por parte de Reverte.
El académico de la Lengua y escritor cartagenero, Arturo Pérez Reverte, fue designado en marzo comol comisario de la magna exposición del Cádiz de 1812, que acogerá la ciudad en el año del Bicentenario de su Constitución. El Ayuntamiento aprobó la adjudicación de la contratación de los servicios del escritor cuya última novela, 'El Asedio', narra parte de la historia de las ciudades de Cádiz y San Fernando en tiempos de Las Cortes. La muestra tenía previsto recoger la trascendencia histórica del texto constitucional.