¿Cómo puede hablar Fernando Alonso con su ingeniero en boxes, aislarse en su Ferrari? ¿Cómo no quedarse sordo con los auriculares del Ipod? ¿O en un concierto de rock en medio del escenario? Jaime Ros, de la empresa malagueña Earprotech, irrumpe en un negocio creciente, el de la protección auditiva. "Todos los músicos profesionales, hasta ahora, tenían que ir al extranjero para soluciones in-ear a medida, adaptadores, moldes que se ajustan a su canal auditivo, pero este negocio es mucho más amplio". (Más en la edición en papel de EL ECONOMISTA)