22 feb 2011

Tarde de sol, en invierno, en Jerez


Hay tal cantidad de sentimientos, ajustes nobles de cuentas, sin resentimiento, que no caben en mi corazón en esta tarde de sol tan bonita, paseando por la avenida, observando escenas que ya no me perderé. Hay gente que se cree imprescindible pero nuestra vida es tan frágil. Me parece digna, elegante, valiente, la actitud de Esperanza Aguirre ante el cáncer, una enfermedad que se cura si se detecta a tiempo. Le deseo lo mejor, como hice con María San Gil.

Acabo de descubrir este vídeo, otra versión de una de las canciones que me tiene atrapado, que me remueve las entrañas, el alma toda, aunque la escuche mil y unas veces, cantándola como si en ello me fuera la vida. Doy gracias a Dios por todo lo que puedo hacer ahora, de todo corazón, y por tener este blog en el que poder expresar lo que siento, una bitácora que algún miserable quiso que cerrara.

Hay tantas cosas que están cambiando y tantas que lo harán por sencillos acontecimientos, inesperados quizás, pero deseados. Hay que luchar, todos los días, descansar lo justo para tomar fuerzas, agarrar con fuerza la mano de quien amas, y tirar palante, porque todos tenemos derechos y libertades. Gracias a Dios, he de dárselas.