Más de 600 personas 'indignadas' respaldaron ayer noche en la céntrica Plaza del Arenal Jerez de la Frontera el movimiento del 15M con una cacerolada que reunió esencialmente a jóvenes, aunque también a mayores, sindicalistas y desempleados que "hemos venido libre y voluntariamente". Con pancartas en las que podía leerse "No somos mercancías" y al grito de "Esta mierda no es democracia" los concentrados han dado lectura a un manifiesto en el que han justificado su presencia "por dignidad y por solidaridad con los que no pueden estar aquí" tras advertir que no representan a "ningún partido ni asociación" y dejar claro que les une una "vocación de cambio".