No espero que los chicos del 'régimen' vayan a premiar este blog que mantengo en libertad desde 2005, contra vientos, mareas y aprendices de brujos o nazis disfrazados con el tabique nasal hecho polvo por efectos de sustancias peligrosas. Por eso deseo, de todo corazón, que la verdad resplandezca mañana en torno a un caso que hizo correr ríos de tinta en esta profesión, comentarios en internet y acciones de ¿solidaridad? o peloteo. Las mentiras son arriesgadas, sobre todo cuando hacen daño a la reputación de personas inocentes. Espero a mañana y ya os contaré. En este blog y en solitario, si se encarta. Como siempre, joder. Sin miedo.