(*Dále al play antes de leer)
Tengo ganas de participar en la transformación de mi pueblo, Jerez, en la urbe que siempre he soñado por lo que no tengan la menor duda de que en este humilde blog iré anotando mis opiniones, propuestas y sugerencias sobre todo lo que se me antoje. Es un aviso a cantamañanas y navegantes. Si hay un relevo en el gobierno local vendrá de la mano de un gobierno de coalición, eso de entrada. Me detengo en el proceso de primarias del PSOE. Veamos, la diputada Mamen Sánchez ha venido trabajando en silencio en la maquinaria de su campaña (ya conoceremos todos los detalles). Tiene derecho a presentarse, claro. Se ha trabajado la opinión de gente clave.
Miriam Alconchel ha dado muestra de talante e inteligencia emocional con su vicesecretaria general (Mamen, no lo olviden) pese a que los que la apoyan dicen estar muy seguros de que le habrían garantizado la victoria en las primarias. Se lo ha pensado, sépanlo. Su trabajo en la delegación territorial de Salud es enorme. Pero hasta el 6 de octubre -conforme al calendario de las primarias- hay tiempo para que, entre ambas, aparezcan otros candidatos o candidatas, que aseguren, al menos, que tendremos partido. O no. Todo depende, decía Pau Donés. Y eso no habría de interpretarse como un signo de conflictividad, sino de sana competencia.
Luego está el asunto de las herencias, la madrina maléfica y los súbitos cambios de algunos y algunas buscando la supervivencia y un puesto en la lista, cuestión lícita, porque son malos tiempos oiga. Mamen no tiene nada seguro, no sabe qué pasará, los electores andan cabreados, jodidos y en crisis. No es ningún caramelo presentarse en Jerez por el PSOE. No es una tarea fácil, ni muchísimo menos. Téngamoslo en cuenta. Mi pueblo se mueve, se moverá con intuición y olfato. Mientras, hoy ha dimitido un ministro en España: Ruiz Gallardón. "Ha dimitido por rabia y porque lo han dejado con el culo al aire". Eso ha dicho otra mujer, la abogada Cristina Almeida. Peaso titulá.