Hay personas que dedican toda su vida a luchar por la justicia. Y no son tan conocidas como Simon Wiesenthal, la conciencia del holocausto nazi, que murió ayer en Viena a los 96 años. Pero es un buen ejemplo de abnegación y defensa de la justicia. Uno de los supervivientes de los campos de concentración nazis (la historia nos queda muy cerca). La pena es que algunos hagan ahora lo que a ellos les hicieron en su momento. La muerte de Wiesenthal nos llena de pena a todos los creemos en los principios, a los que pensamos que los valores son necesarios y que no se puede ir por la vida como van algunos desalmados, personajes sin escrúpulos que te pisotean simplemente por pensar diferente, por actuar de otra forma, por enfrentarse a la miseria de la mentira. Por tener criterio y cierto afán, tan solo cierto, de independencia. Sentó en el banquillo a más de mil cien criminales del nazismo. Nunca tuvo un momento de descanso. La foto ilustra la web oficial del cazador de nazis y corresponde al Simon Wiesenthal Center.