Mi admirado Bono (el de U2) está en Rostock, a tiro de piedra de donde los magnates del G8 se toman unas cervecitas (Bush no sabe el truco del dedito para la espuma). No sé cuando Bono (the singer) tomará el camino de la política, pero está en el rumbo apropiado. Haría un buen tándem con Martin Sheen, otro de mis admirados presidentes virtuales (Ala Oeste de la Casa Blanca). El líder de U2 (el irlandés Bono) aseguró desde el escenario: “nos están oyendo, a dos kilómetros de distancia, pero nos oyen y eso es lo que cuenta”, en referencia a las fuertes medidas de seguridad y a la alambrada de doce kilómetros de longitud que separaba a los manifestantes de los líderes de los siete países más ricos del mundo y Rusia. La Cumbre Alternativa ha tenido un cierre festivo, con el concierto que bajo el lema “Tu Voz Contra la Pobreza” ha congregado a 70.000 personas en el campo de fútbol del Hansa Rostock. El macro-festival, organizado por los músicos Bob Geldof, Bono y el alemán Herbert Grönemeyer, ha servido para reclamar de nuevo al G-8 que cumplan con sus promesas de ayuda a África.