El último díscolo está calladito y viajando a Cuba para quitarse el mal trago. El alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU), que se hartó de largar contra el PSOE, apuntala hoy a los socialistas en la Diputación de Cádiz, controlada al detalle por Francisco González Cabaña, alcalde de Benalup y secretario general del PSOE gaditano. Ahora, el silencio de Barroso se une al de Gaspar Llamazares y Diego Valderas, sobre todo de éste último, la mediocridad de la izquierda en persona, que tras llenarse la boca de acusaciones contra Chiclana -"la otra Marbella", llegó a decir- ahora censura que sus ediles hayan pactado para sanear este municipio con más de 35.000 viviendas ilegales, muchas más de las 18.000 que el PGOU de la Junta quiere legalizar en Marbella.
Esta tarde, por correo electrónico, me ha llegado la reacción de los ediles de IU que la dirección de la coalición ha decidido expulsar. No me extraña que Rosa Aguilar opte por seguir feliz en Córdoba. Ella sí que es inteligente.
Ante las declaraciones de Diego Valderas, Coordinador Andaluz de IU,
sobre la resolución adoptada por el Consejo Provincial de Cádiz el Secretario de Organización de Chiclana, el concejal José Blanco quiere precisar los siguientes extremos: Afirma Valderas que la razón de la expulsión se debe a que hemos "incumplido el acuerdo alcanzado a nivel regional entre PSOE e IU tras las elecciones municipales".
Lo incumplimos con el apoyo unánime del Consejo Local, de la Asamblea Local, el apoyo unánime de los militantes del PCE y el de nuestros votantes a los que durante la campaña prometimos reiteradamente que no íbamos a permitir que, por activa o pasiva, gobernase el PSOE de José María Román. Sabíamos las consecuencias de nuestra decisión pero confiábamos en poder demostrar la excepcionalidad del Caso de Chiclana: el mayor desastre urbanístico de todo el Estado español. Lamentablemente explicara por qué había que dejar gobernar a los de "la otra Marbella", por qué su categórica afirmación de "no hay que dejar gobernar a los corruptos", hecha en Chiclana en marzo de 2007, se ha cambiado por la de "hay que dejar gobernar a los corruptos". Los militantes y a los votantes de IU en Chiclana se merecen, al menos, una explicación. No obstante, nosotros creemos que se expulsa a los concejales de IU en Chiclana no sólo por haber "incumplido el acuerdo a nivel regional". Bien sabe Diego Valderas que hay "otras razones" para proceder así, de manera especial, con los concejales de Chiclana. ¿Acaso hemos sido los únicos que hemos incumplido el referido acuerdo? ¿Acaso el PSOE ha abierto expediente de expulsión a los concejales que han incumplido el acuerdo? Bien sabe Diego Valderas que el trato discriminatorio y anticonstitucional que estamos sufriendo en Chiclana obedece a otros motivos y es, en nuestra opinión, probablemente, la muestra más evidente del seguidismo insultante de IU a los deseos de Luis Pizarro (PSOE), el padre espiritual del poderoso Clan de Chiclana. Reconocemos que al opinar que hay pocas posibilidades de que prosperen los recursos, al fin, Diego Valderas muestra el debido respeto, entre otros, a la presunción de inocencia de la que deben gozar los expedientados. Pero debería explicar cómo es posible que él, Juan Vicente Acuña y otros dirigentes de IU, desde antes que se abriesen los expedientes, ya nos habían condenado adelantando que "estábamos expulsados de IU", que éramos unos "tránsfugas", que se iba a disolver la Asamblea Local, que no podíamos formar el grupo municipal de IU, que ya no representábamos a IU,… No obstante discrepamos de su afirmación de que el Consejo Provincial de Cádiz ha actuado "correctamente, como marcan las normas estatutarias". ¿O es qué los Estatutos de IU permiten que se sancione antes incluso de la apertura de los expedientes disciplinarios? ¿O que se sancione con carácter retroactivo? ¿O que se insulte públicamente a otros compañeros? ¿O que el juez instructor predetermine el fallo y, no obstante, no pueda ser recusado? Bien sabe Diego Valderas que a José Pedro Butrón, por ejemplo, por ser miembro del Consejo Provincial, le debería haber incoado el expediente el Consejo Andaluz tal como prescribe el artículo , art. 32: "Será competente para iniciar un expediente disciplinario el órgano ejecutivo inmediatamente superior al que pertenezca la persona expedientada". Desgraciadamente tenemos fundadas razones para criticar la falta de democracia interna en la Organización y la falta de respeto a las garantías más elementales y ejemplo de ello es la pasividad de la Comisión de Arbitraje y Garantías Democráticas de IULV-CA, el órgano que debe impedir la vulneración de los derechos de los militantes de IU. Desde principios de julio tiene un recurso que resolver y, al cabo de dos meses y medio, aún no nos ha comunicado absolutamente nada. Con lo que todas las vulneraciones estatutarias cometidas, entre otros, por Diego Valderas y Juan Vicente Acuña, no han tenido la obligada actuación para impedir que militantes en el pleno goce de sus derechos tengamos que soportar las sanciones que antidemocráticamente, por la vía de los hechos y sin que exista resolución firme, nos han impuesto. En cualquier caso, por los cauces reglamentarios, esperamos demostrar todo cuanto hemos afirmado y que debería avergonzar a más de un dirigente de IU.
José Blanco, Secretario de Organización y miembro del Grupo Municipal de IU de Chiclana.