Cambiar a mejor, es lo que quiere cualquier hijo de vecino, y el delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz, presidente provincial del PP, el abogado José Loaiza, no va a ser menos. En un departamento de Urbanismo de una ciudad sin suelo -Cádiz- no hay mucha animación que digamos. Otra cosa es al lado del jefe, en Sevilla, en el Hospital de la Cinco Llagas, en una legislatura que se promete divertida. Siendo consejero de Unicaja, mejor que mejor. Sueldo, estatus, reconocimiento y Sevilla, tiene un color especial laralá. Total que Loaiza es probable que o bien pille las de Villadiego -si la alcaldesa se hace pelín inaguantable- o se quede para alzar la mano lo justo imprescindible, pero nunca de marroneo. Loaiza sabe que va a cambiar a mejor, pero Teo va perdiendo enteros y mediopensionistas. A ver si su asesor aúlico, controlador del gasto, le asesora bien qué hacer, porque el azucarillo se puede desmoronar. Y eso sin contar las con las gatas salvajes gaditanas, fauna autóctona y enfrentada.