Se está montando una ofensiva realmente curiosa y bien documentada contra la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez. ¿Armas? Pues el correo electrónico simple y llanamente, para alertar de determinadas conductas políticas y personales. Internet. La inquietud de los dirigentes locales crece y como nadie es capaz de solventar determinada guerra mediática, la realidad es que existe un excelente caldo de cultivo para todo tipo de informaciones. Sorprende mucho, la verdad, que tras el cambio de gobierno local, Pilar Sánchez no haya tenido hasta ahora los reaños suficientes para depurar responsabilidades, incluso penales si es que realmente las hubiere, por lo sucedido aquí todos estos años atrás. Una factura que abonamos religiosamente todos los contribuyentes. Y debemos pensar que si no lo ha hecho hasta ahora es por dos razones. O bien porque no hay nada punible y sí un derroche sin control, o porque existiendo indicios razonables de conductas no ortodoxas hay intereses dentro y fuera que impiden cualquier maniobra. La información es poder. Lo que algunos observadores compartimos en esta ciudad es que el cambio ha llegado por la necesidad de viento fresco, de libertad, de tolerancia, por el hartazgo de la sociedad jerezana. Aznar ganó por demérito de González. Luego por él mismo. Y Pilar lo ha hecho porque en Jerez estábamos hasta el copete de Don Pedro y por su capacidad de ilusionar a sectores que no votaban tradicionalmente al PSOE. Urge que nuestros dirigentes locales socialistas reflexionen sobre ello y se abran más a esa ciudadanía de la que tanto hablan y hablan. Mesura, tolerancia, buenas palabras y prudencia en todo.