Ya, me importa un rábano. Veo OT 2008. ¿Y qué? Mejor que algunos productos basura, OT es como la vida misma, como la economía, la política, "igualico, igualico que el defunto de su agüelico". En nuestra lista casera están House, Journeyman, por supuesto que Shark y algunas cositas más. En casa apostamos por Virginia, a la que la panda de niñatos mal o bien criados (Risto Mejide dixit) le hacen la vida imposible porque tiene carácter, estilo, buena voz, es muy atractiva en todos los sentidos y les supera. Y eso jode, aunque ella no presuma de ello que es lo que suele pasar. Es decir, que en esta vida uno se harta de trabajar, de acumular experiencia y tiene valores, y con ello tienes asegurado que te van a dar hasta en el carné de identidad una suerte de mamones con suerte. Pues no, oiga. No me lo creo. Esta niña de OT me cautivó con esa canción de Pétula Clark, "Downtown" (más en Wikipedia) que he recuperado para vosotros, en esta tarde de lunes. Preciosas una y otra.