24 dic 2009

Me gusta el toreo: es arte y cultura




¿Qué se han creído estos locos políticos catalanes? El toreo es mucho más. Suficiente tenemos los andaluces de habernos tragado una financiación hecha a su gusto. El toreo, incultos nacionalistas, es mucho más: Es Ignacio Sánchez Mejías..."si hubiera sido norteamericano ya habrían hecho muchas películas sobre él". Qué casualidad que tras el fiasco de la búsqueda del cuerpo de Federico García Lorca (que no ha encontrado, gracias a Dios), la prohibición de las corridas de toros nos recuerde su obra dedicada a un torero absolutamente excepcional.
"Ignacio fue una personalidad excepcional y de un atractivo singularísimo. Muy pocos podrían comparársele, en nuestro siglo: Lawrence de Arabia, Chaplin, Picasso...», dice Andrés Amorós en la última y mejor biografía de Sánchez Mejías. Y no exagera al afirmar que, de haber nacido norteamericano, habría sido ya objeto de varias películas. A cambio de esa gloria, que ya llegará, tiene la de haber sido uno de los grandes toreros del siglo. Disfrutó de enorme popularidad, del amor de las mujeres, de la admiración de los hombres y del caprichoso afecto de los artistas. Físicamente resulatba devastador: «Es un macho espléndido, una curiosa mezcla de hombría violenta y charme casi femenina; es brusco, quizá un poco duro, pero al mismo tiempo también tierno y fino», escribió Carlos Morla, el amigo de Lorca. Y su última pasión, Marcelle Auclair: «Ignacio no era seductor; era la seducción misma.
Cuando murió, tras una cornada en la plaza de Manzanares, su memoria fue glosada por Miguel Hernández, Rafael Alberti -que hizo el paseíllo en su cuadrilla- y otros grandes poetas, pero el que ganó la partida fue García Lorca, cuyo Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías es quizás su obra más redonda, para muchos la mejor elegía en nuestra lengua desde las Coplas de Jorge Manrique. Lo malo es que ha borrado hasta el recuerdo del torero". (Más en Segunda República)