10 ene 2010

De Lorca a María la Libertaria



Parece que fue ayer, mañana se cumplen 77 años de los tristes sucesos de Casas Viejas. Y por eso tengo ganas de gritar que todo esto de la memoria histórica me parece oportuno siempre y cuando se haga justicia. Han rebuscado -por cojones- en la tierra donde Lorca fue fusilado. "Durante 51 días los arqueólogos peinaron el perímetro vallado a la búsqueda de alguna pista del fusilamiento y posterior enterramiento" y la cosa salió por un pico. Pero no han dedicado ni un euro a indagar a donde fue a parar el cuerpo de María la Libertaria. Solo para que Juan, su hijo, al que aprecio mucho, pueda honrar los restos de su madre, triste símbolo de una España negra a la que muchos se empeñan en volver una y otra vez. Acabo de ver Informe Semanal, un reportaje sencillamente magistral sobre "el dinero rojo". ¿Saben una cosa? Sindicatos y partidos se han preocupado de recuperar el patrimonio incautado tras el franquismo, pero qué pasa con tantos y tantos españoles a los que la dictura privó de sus fondos, dándoles recibos a cambio. 2.000 familias han guardado durante 70 años un recibo que acredita que entregaron sus ahorros por orden de Franco. Desde 1.300 a casi 50.000 pesetas del año 39, pequeñas fortunas en dinero emitido por la República que ahora, según los cálculos de los afectados, equivaldrían a unos 14 millones de euros, y que nunca recuperaron.
Esos españoles forman parte de la memoria histórica y tienen derecho. Hipócritas. El mismo que la familia de María la Libertaria, la nieta de Curro Seisdedos. Si Paco González Cabaña me escuchara alguna vez se pondría manos a la obra, porque hasta que esos restos no sean localizados y enterrados en el cementerio de Benalup, Casas Viejas no será historia. Vaya por delante algo: no me gusta esta puta gente que trata de volver a dividirnos en España. Ellos son el fascismo reencarnado. (Más en DC)