Rectificar es de sabios y en el departamento de Griñán están atentos a todo lo que dice. Hace un par de días, en este blog, criticaba abiertamente que el Gobierno andaluz nos mandara una nota oficial dando fe de una reunión para analizar los efectos del temporal a la que solo asistirían el consejero de Gobernación, Luis Pizarro y la consejera de Obras Públicas, la independiente Rosa Aguilar (no está afiliada al PSOE). Mi crítica iba orientada a que en ese encuentro debería estar la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera. Pues bien, no he visto crítica alguna como la mía en los medios convencionales por lo que, o Griñán (quizás algún asesor) lee este blog o, simplemente, el presidente del Ejecutivo se ha dado cuenta que el temporal afectaba a más departamentos.
En la web de la Junta se da fe que Griñán ha presidido "una reunión de trabajo del Ejecutivo autonómico para analizar los efectos del temporal de lluvia y viento que ha sufrido la comunidad durante las últimas tres semanas, y estudiar las actuaciones desarrolladas. Al encuentro, que se ha celebrado en la Casa Rosa, han asisitido también los consejeros de la Presidencia, Antonio Ávila; Gobernación, Luis Pizarro; Obras Públicas y Transportes, Rosa Aguilar; Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, y Medio Ambiente, Cinta Castillo".
En lo que se refiere a los efectos de las lluvias en la agricultura, Clara Aguilera ha indicado que éstas han sido beneficiosas, en general, para el campo andaluz, aunque ha citado al olivar y los cultivos hortofrutícolas como los principales afectados. Hasta el momento, la superficie que acusa los efectos negativos del temporal asciende a 6.566 hectáreas, atendiendo a la producción asegurada, aunque los técnicos de la Junta están valorando también los terrenos que no cuentan con seguros para conocer con mayor exactitud el total que presenta daños.
Por tipos de cultivos, existen 2.923 hectáreas de olivar afectadas, principalmente por la caída de aceituna al suelo, lo que supone en torno al 20 ó 30% del total. Estas incidencias repercutirán principalmente, según Aguilera, en la calidad del aceite de oliva. En el caso de los cultivos hortofrutícolas, destacan los cítricos, con 2.289 hectáreas aseguradas afectadas; los cultivos de invernadero, con 900 hectáreas -en los que la humedad produce enfermedades tanto en los frutos como en las propias plantas-, y las fresas, con 284.
En el caso del sector pesquero, en el que las precipitaciones y el viento han causado paradas obligadas, Aguilera ha informado de que se está estudiando la posibilidad de que estas incidencias puedan computarse dentro de las paradas biológicas en los respectivos planes de gestión. Finalmente, ha manifestado que aún se están valorando los daños que las inclemencias meteorológicas han supuesto para los caminos rurales.