Según Ecologistas en Acción, este plan propone aportar 960.000 metros cúbicos de arena a las playas de Fuentebravía, Mochicle, La Victoria, Santa María del Mar, La Barrosa, Fontanilla, Fuente del Gallo y Camposoto. "En el proyecto de emergencia se argumenta la necesidad de regenerar las playas exclusivamente con miras al turismo, en ningún momento se aportan otros tipos de justificaciones, ni técnicas ni ambientales tan solo reseñándose que lo piden los ayuntamientos y que las playas regeneradas son más estables, el propio hecho de que en los últimos 20 años la mayoría de estas playas han sido ya regeneradas llevándose unos 4.700.000 metros de arena indica la ineficacia de estas actuaciones".
Ecologistas en Acción opina que "por otra parte tampoco se considera que exista impacto ambiental en las actuaciones de extracción de arena del Placer de Meca (un yacimiento submarino) ni tampoco en el vertido de las arenas argumentando principalmente que ninguno de estos lugares son estaciones naturales protegidos, algo erróneo ya que la falta de protección ambiental no implica que no pueda existir impacto. Un impacto que está ahí presente ya que en playas como Santa María del Mar o El Aculadero donde se han sepultado bajo toneladas de arena los fondos rocosos, un ecosistema de gran valor ecológico donde se pueden encontrar especies endémicas del litoral gaditano tratándose además de zonas de interés para el marisqueo".
"Por otra parte en playas como La Victoria o Santa María del Mar esta actuación no es necesaria ya que ni siquiera ha habido pérdida de arena sino tan solo una redistribución de ésta conteniendo actualmente más arena que antes del año 1991 cuando se aportaron más de dos millones de metros cúbicos de arena. La actuación en las playas de Fontanilla y Fuente del Gallo resulta excesiva ya se encuentran en situación de playas de invierno, sin pérdidas significativas que se recuperarán por si mismas llegado el verano".
"Más complicado resulta el caso de la playa de Fuentebravía en el que venimos reclamando continuamente que debe buscarse una solución definitiva para las pérdidas de arena, desde el año 1991 hasta la actualidad se han “tirado” casi 600.000 metros cúbicos de arena en una pequeña playa de apenas 600 metros de largo con un coste de más de dos millones y medio de euros. Por todo ello rechazamos este plan de emergencia y pedimos que este tipo de proyectos se haga desde el punto de vista ambiental, buscando soluciones que favorezcan a la biodiversidad y estabilicen estos ecosistemas evitando tener que tirar el dinero en unas actuaciones que a día de hoy han demostrado ser inútiles". Dicho queda.