Teófila en estado puro, arremangá, metía en faena, que es lo que pone de los nervios los de enfrente. Excepto ella e Ignacio García (IU), no he escuchado a nadie decir que tanto el ministro Blanco como los que le jalean (desde los medios y las filas políticas) nos tratan de tomar el pelo. Ayer anunció que pasa a la acción, más intensamente en septiembre, cuando conozcamos la realidad de los Presupuestos Generales del Estado, afectados por la crisis y la debilidad política de Zapatero. Personalmente, no entiendo la razón por la que la alcaldesa-diputada se ha replegado en exceso tras las murallas de Cádiz. Es regidora pero también diputada por Cádiz, y es buena parlamentaria (sus intervenciones deberían ser màs cortas sin perder la contundencia), y el PP andaluz necesita a los mejores y las mejores en primera línea de combate. Este año merece la pena tener a Teo más presente en el debate parlamentario, pero no ya por el puente sino por toda la provincia, donde los proyectos pendientes de toda la vida, se quedan en el olvido.
Que el Segundo Puente se acabe en el plazo esperado (antes de marzo de 2012) es un asunto de Estado, porque no se trata ya de la efemérides. Que se haya una carretera más o menos, un trazado ferroviario es algo que se queda en el papel, pero esas estructuras descarnadas en medio de la bahía, con el levante soplando fuerte, constituyen un grito internacional, una imagen sonrojante de la ineficacia de un país que presume de ser campeón del mundo: "El puente a medio acabar", "la imagen de la crisis en España", "el puente de la vergüenza", se me ocurren tantos titulares. Porque, gracias a las tecnologías de las comunicaciones, una imagen, un testimonio tan vergonzante como el puente abandonado, hacen tanto daño como beneficios comportan los test de estrés de bancos y cajas. Así que si Teo está por La Pepa, es lo mejor, seguro que no suelta ese hueso hasta que se salga con la suya.