25 nov 2010

Nuestra querida y puta España: La Zaranda


Y para Jerez, tres cuartos de lo mismo. Es mi ciudad, y es cainita, envidiosa, resulta difícil incluso respirar pero la quiero. Hoy estoy especialmente contento porque se abren nuevas posibilidades en todos los campos y porque han premiado a mi grupo de teatro favorito, La Zaranda. Son de Jerez. Pero es un triunfo amargo.
Por eso no sé qué les habrá parecido que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, haya anunciado hoy - a través de su oficina del portavoz- que ha felicitado a la compañía jerezana de teatro La Zaranda por la consecución del Premio Nacional de Teatro 2010. Imagino que bien porque La Zaranda es habitual de las programaciones teatrales de la Junta de Andalucía en sus diferentes ciclos. En estos momentos representa ‘Futuros Difuntos’, que concluirá en el Teatre Lliure de Barcelona. La compañía jerezana se ha caracterizado por representar obras de textos depurados, con personajes límites, y por una “creación en comunidad”.

El presidente andaluz ha destacado “la trayectoria de 30 años de una compañía plenamente consolidada en el panorama escénico español y andaluz, que se inició en el hervidero cultural del teatro independiente”. Griñán ha subrayado que este premio, “merecido por su calidad estética y escénica”, es “reflejo del teatro que se hace hoy día en Andalucía, donde muchas compañías llenan nuestros escenarios con propuestas de teatro contemporáneo, de repertorio, infantil o de títeres, musical o flamenco”.


"Lo que somos se lo debemos a América porque en España nos han dejado de lado". Así se ha expresado este jueves Paco Sánchez, alma máter de la compañía andaluza La Zaranda, galardonada con el Premio Nacional de Teatro 2010 y que cuenta en su haber con una trayectoria cercana a los 33 años.

En declaraciones a Europa Press poco después de conocer la noticia, Sánchez ha confesado que, después de que le hayan llamado varias veces, empieza a creerse que les han concedido este premio. "No es fácil creerse una cosa así. Ha sido de sopetón porque lo que menos pensábamos ahora era en un premio", ha dicho añadiendo que, en cualquier caso está "contento" y que aunque no sabe si ya tocaba, "es bastante gratificante que haya un reconocimiento como éste".

Después de una vida dedicada al mundo de la escena desde una perspectiva muy particular, Paco Sánchez considera que La Zaranda (que se autodenomina Teatro Inestable de Andalucía La Baja) ha evolucionado muchísimo: "Hemos cambiado tanto, tanto, tanto que seguimos siendo los mismos. Al tiempo no se sabe muy bien si le importa lo que tú haces pero lo que tú haces sí que tiene que ver con el tiempo", explica.

LA FUERZA DE AMÉRICA

Lo que desde luego tiene claro el fundador de la compañía es que el encuentro con el continente americano ha sido determinante en su trayectoria. "Hay una Zaranda antes de ir a América y otra después. Afortunadamente nos encontramos hace más de veintitantos años y América nos ha dado la fuerza para seguir adelante".

En este sentido, Sánchez afirma que gran parte de lo que es hoy la compañía se lo debe "a ese mágico y maravilloso continente", donde se sienten "muy queridos país por país". "En nuestro país, salvo excepciones, nos hemos sentido dejados de lado aunque este reconocimiento, que no nos esperábamos, por fin ha llegado", señala.

ALIMENTAR EL ESPÍRITU

Paco Sánchez no está de acuerdo en que se considere "teatro de culto" el trabajo de la compañía: "Los calificativos le sobran al teatro. La creación es obediencia al misterio y no creo en estas historias, aunque hay gente que se empeñe en ello. Yo lo acepto y hasta me parece simpático", apunta. En cualquier caso sí es importante "alimentar el espíritu, tanto como comer, y el teatro sirve para eso", apostilla.

Sobre la parte poética que nutre los espectáculos de La Zaranda, Sánchez es rotundo: "No hay arte sin poesía, ni siquiera vida. La vida es buscar la poesía, la belleza. ¿Cómo se puede vivir sin poesía? Es muy complicado", argumenta.

Cuando se le pregunta por la crisis también lo tiene claro: "Es un tópico decir que siempre he estado en crisis. Uno está más allá de esas cosas porque en el teatro, y más llamándonos 'inestable', esto es así. La crisis que de verdad siempre me ha dado miedo es la crisis espiritual, de creación, de no tener nada que decir. Pero la económica está unida a nosotros", señala.

La compañía tiene previsto viajar en breve al Teatre Lliure de Barcelona para terminar con su anterior trabajo, 'Futuros difuntos', y a partir de enero comenzará una extensa gira por España (Castellón, Las Palmas, Toledo, Valladolid, Málaga, Granada, Gijón, Guadalajara, Madrid...) con 'Nadie lo quiere creer', que se estrenó en el Festival Temporada Alta de Girona. "Curioso título después de que nos hayan dado este premio", advierte.

Aunque es consciente de que este galardón no les sacará "de la cotidianeidad" de su trabajo, "por lo menos va a permitir que la Navidad sea un poquito mejor que de costumbre".