No suelo ir a los plenos, me aburren, excepto los del Parlamento andaluz en las últimas fechas. Y no entiendo, de verdad, el grado de crispación que tienen los de Cádiz, a juzgar por las crónicas digitales. No entiendo esa tremenda agresividad contra los socialistas cuando las encuestas no se divulgan porque son demasiado buenas (¿es verdad que se habla de 19 a 20 concejales?) y cuando todos los indicios apuntan a un nuevo éxito de Teófila Martínez y del PP, en ese orden exacto. Y cuando se está preparando una campaña desde hace meses que no deja detalle alguno al azar, y menos los mediáticos, aunque los medios no ganan las elecciones. Pero ayudan. Teófila tiene experiencia suficiente para, en un tono menos fuerte, tumbar al más pintado con dos golpes dialécticos. Y algunos escuderos no menos curtidos para hacer el trabajo que ella hace. Además, en sus futuros fichajes hay novedades prometedoras. Por cierto, dicen algunos que Marta Meléndez debería llevar a en su lista paritaria a Emilio Aragón, antes de que se nos aburra el hombre o Griñán lo nombre algo.