“Gracias a Dios que no ha pasado nada, esto podía haber sido una gran catástrofe, una tragedia. Pero ha sido un milagro”. Así definió ayer Diego Valle, párroco de la Iglesia Mayor Prioral de El Puerto de Santa María (donde se venera la imagen de Nuestra Señora de los Milagros), el grave accidente ocurrido en pleno centro de la ciudad, al lado del templo, tras caer un helicóptero Bell 206 L, con tres personas a bordo. El director de aeropuerto de Jerez se personó en el lugar del siniestro para coordinar el traslado de la aeronave hasta las propias instalaciones aeroportuarias. El revuelo fue total en el Puerto de Santa María, y más aún entre los vecinos de la estrecha calle San Juan, en pleno casco histórico.
La aeronave, propiedad de la compañía germana Traffics, quedó en plena calzada causando una enorme alarma ciudadana ya que las aspas colisionaron contra varias viviendas antes de quedar sobre un lateral en la calle, sin que hubiera que lamentar desgracias personales, si bien los ocupantes –tres varones, dos de nacionalidad alemana y un austríaco- resultaron con heridas de diversa consideración, siendo dos de ellos trasladados al Hospital Santa María, de la propia localidad de El Puerto, y un tercero al Hospital Universitario de Puerto Real, según informó anoche el servicio de emergencias andaluz 112.