27 nov 2011

Panorama andaluz tras el 20N

BENALMADENA02
Desde esta semana Javier Amigueti me abre una ventana en sus publicaciones
de la Costa del Sol. Todo un honor y gracias de corazón.
El presidente andaluz y secretario general del PSOE-A, Pepe Griñán, tiene que reinventar el partido, ofrecer antes de marzo de 2012 a los desencantados –esos que han dejado de votarles (la derecha tiene su techo y de ahí no pasa)- una opción clara, progresista, que responda a las demandas sociales. Y no solo me refiero a algunos de los lúcidos planteamientos del 15M. Internamente, Griñán no ha renovado las estructuras del PSOE en Andalucía y así le va, los cortocircuitos pueden terminar abrasándolo. Lo que ocurre es que ahora nadie se va a meter en camisa de once varas. Nada de broncas internas ni peleas clásicas. No toca. (sigue...)

Mientras, al otro lado, los dirigentes andaluces del PP, Javier Arenas y Antonio Sanz, no se pueden contener, exhíben ya una media sonrisa de quien se sabe ganador pero no lo puede admitir, o de quien no se atreve a sonreír abiertamente porque no las tiene todas consigo. O quizás de quien puede ganar o no, que lo gallego está de moda. Arenas y Sanz se pegan el gustazo de ir viendo las genuflexiones de quienes creen cercano el fin del ‘régimen’ socialista. Pero ¿y si el PSOE fuera capaz de ofrecer un pacto de progreso con IU, conforme a un programa, para cerrar el paso al PP? 

De Izquierda Unida me llama la atención su flamante diputado por Málaga, Alberto Garzón –con quien pude charlar en Rota, porque participó en la marcha contra la base naval hace unos días- que ha obtenido respaldo porque la gente ha visto un guiño de IU a esas demandas a las que antes me refería. Si el PCE se contiene dentro de IU y la coalición no se cierra a otros puntos de vista, pueden haber encontrado la clave. 

Garzón defiende la necesidad de realizar "un decreto ley que paralice inmediatamente las ejecuciones hipotecarias hasta que se apruebe la dación en pago o alguna medida similar" para "proteger un derecho recogido en la Constitución como es el de la vivienda". Una petición por la que han pasado de puntillas tanto PSOE como PP, inexplicablemente. Una exigencia de miles de familias, a la que se debería unir una moratoria en el pago de las hipotecas.

(Artículo publicado esta semana en la prensa de la Costa del Sol)