Menudo encarguito le ha caído a Pepe Piqué, porque va a ser el ex ministro, una mente bien amuebladada en este PP sorprendido por las encuestas (el electorado tiene más fe que algunos de sus dirigentes históricos), quien defienda la posición del Partido Popular en torno al Estatuto de Catalunya. No me extraña que se ajuste las gafas para verlo todo mejor. Tendrá menos problemas que Pepe Luis Zapatero para convencer a los barones de su propio partido de que la cosa saldrá bien pese a las encuestas y el cabreo nacional. Ya se sabe como son los pepes, valientes. Esto se anima.