Para eso se tiene un avión presidencial. El presidente de la República de Francia, Nicolás Sarkozy, no tiene miedo y defiende los intereses de los franceses (de paso los de los españoles) donde haga falta, y mientras Moratinos anda por ahí templando gaitas, el presidente francés se mete en faena en Chad. Cualquier cosa. Y hace escala en Torrejón, a donde va a recibir el avión nuestro presidente del Gobierno, Zeta. Sarkozy sabe cuidar su imagen. Lo hizo en la campaña electoral, donde se ganó la simpatía de muchos e influyentes bloggers franceses (muy fuerte allí). Mientras que aquí más de un candidato anda pez en estas cosas y no aprecia la influencia de los blogs, allí Sarkozy se hizo con los servicios de François de la Brosse, un conocido publicitario francés, apreciado por su eficacia al frente de la agencia ZNZ